Mons. Echevarría, prelado del Opus Dei, ordena 36 nuevos presbíteros en la solemnidad
del Corpus
Martes, 27 may (RV).- En acción de gracias a Dios por tener la gran alegría de ordenar
a 36 nuevo sacerdotes, el Prelado del Opus Dei en su homilía destacó la feliz coincidencia
de esta celebración con la solemnidad litúrgica del Cuerpo y Sangre de Cristo. Mons.
Javier Echevarría puso de relieve que este regalo de los nuevos sacerdotes, procedentes
de 15 países, es don, en primer lugar «a la Iglesia y a toda la humanidad».
El
Prelado del Opus Dei añadió que es don «también a las familias, que con la ordenación
de sus seres queridos, reciben una prueba más del particular cariño con el que Dios
los ha amado». Esta ordenación, recordamos, tuvo lugar en la basílica romana de San
Eugenio el pasado sábado, y, el domingo, prosiguió la alegría en la Plaza de San Pedro,
rezando con Benedicto XVI. Allí recogimos el testimonio del Vicerrector de la Pontificia
Universidad de la Santa Cruz, Padre Héctor Franceschi, que es también docente de Derecho
matrimonial canónico en este ateneo promovido por el Opus Dei y que tiene su origen
en el proyecto de San Josemaría Escrivá, Fundador de la Obra, de crear en Roma un
centro de enseñanza al servicio de toda la Iglesia.
El P. Franceschi nos habló
de esta fiesta inolvidable, renovando la exhortación del mismo Fundador a rezar por
los nuevos sacerdotes para que sean «santos, alegres y doctos»:
La mayoría
de estos sacerdotes son españoles, los demás son de Argentina, Brasil, Costa Rica,
Filipinas, Francia, Guatemala, Italia, Kenia, Líbano, México, Perú, Polonia, Portugal
y Venezuela. Representan pues distintas realidades y anhelos de tantos pueblos. Como
por ejemplo el P. Dominique Helou, que es libanés y manifiesta que tiene muchos deseos
de ayudar en la formación de los jóvenes libaneses, que «desgraciadamente, a menudo
abandonan el país o se dejan llevar por la desesperanza».
Pienso - añadía
el P. Helou - «que los cristianos tienen que dar testimonio en aquella región y que
su presencia es fundamental para el futuro del Líbano». La tarea pastoral de este
nuevo sacerdote libanés se desarrollará, precisamente en el Líbano, donde la labor
apostólica del Opus Dei comenzó hace diez años.
«Como en otras regiones del
mundo –afirmó asimismo el P. Dominique Helou - la tarea de la Prelatura es de formación
humana y espiritual, a través de actividades dirigidas a personas de variadas condiciones
sociales. Pero también querría precisar que el trabajo apostólico más importante es
el que lleva a cabo cada uno de los fieles del Opus Dei con sus colegas de profesión».
Nuestros
micrófonos recogieron también las declaraciones llenas de entusiasmo de dos españoles.
El P. José Antonio Brage, que cuando tenía 18 años ingresó en la Escuela Naval de
Pontevedra, España, y que ha dado la vuelta al mundo. Cuenta que «la mar dice muchas
cosas de Dios», y recuerda que en sus primeros años en la Armada vio que junto a la
puerta de entrada de la capilla de la Escuela Naval Militar, hay una lápida con esta
inscripción: ‘El que no sepa rezar, que vaya por esos mares, y verá que pronto lo
aprende’. Es una gran verdad: sólo hace falta abrir los ojos del alma».
Así
fue cómo el P. José Antonio Brage pudo conocer la gran pobreza que es la falta de
Dios y la importancia de la misión de los sacerdotes de llevar a Cristo por doquier.
Nos lo cuenta él mismo:
Por su parte,
el Padre Iñaki Landa, de San Sebastián, nos ha contado su anhelo de desarrollar su
apostolado y misión sacerdotal en la pastoral de los laicos, con especial atención
a la familia, al matrimonio y a la educación de la juventud: