Misa de sufragio por el cardenal Bernardin Gantin: el Papa desea que «en su encuentro
con Cristo, el purpurado implore para nosotros, y en especial para su amada África,
el don de la paz!»
Viernes, 23 may (RV).- En la Basílica de San Pedro, esta mañana, en la Santa Misa
de sufragio por el cardenal. Bernardin Gantin, Benedicto XV ha recordado a este «fiel
servidor de la Iglesia», nacido en Benín. El Santo Padre ha destacado la personalidad
humana y sacerdotal de este purpurado, como «síntesis maravillosa de la cultura e
identidad africana y de los valores evangélicos»: «¡Que en su encuentro con Cristo,
este nuestro hermano implore para nosotros, y en especial para su amada África, el
don de la paz!».
El Papa ha hecho hincapié en que el cardenal Gantin fue «el
primer eclesiástico africano que desarrolló encargos de altísima responsabilidad en
la Curia Romana, siempre con su característico estilo humilde y sencillo». Este purpurado
- ha señalado Benedicto XVI - siguió en todo momento el sabio consejo de su madre
que, cuando fue creado Cardenal le pidió que no se olvidara nunca de la lejana y pequeña
aldea de donde venía.
Con profunda emoción, Benedicto XVI ha evocado «los recuerdos
personales» que le unen al cardenal Gantin. Empezando por el de haber recibido juntos
la birreta cardenalicia de manos del venerado Siervo de Dios, Papa Pablo VI, hace
31 años»: «Hemos colaborado juntos aquí en la Curia Romana, manteniendo frecuentes
contactos que me han permitido apreciar cada vez más su prudente sabiduría. Así como
su fe sólida y su sincero apego a Cristo y a su Vicario en la tierra, el Papa. Cincuenta
y seis años de sacerdocio, cincuenta y uno de Episcopado y treinta y uno de púrpura
cardenalicia ¡he aquí la síntesis de una vida gastada por la Iglesia!»
«Tenía
sólo 34 años cuando recibió en Roma la Ordenación episcopal, en 1957. Tres años después
fue nombrado Arzobispo de Cotonou, Capital de su patria, Benin. Fue el primer Metropolitano
africano de toda África», recordado también Benedicto XVI subrayando la riqueza humana
y ascética del cardenal Gantin. En 1971, Pablo VI quiso que este purpurado africano
viniera a Roma, primero como Secretario adjunto y luego como Secretario de la Congregación
para la Evangelización de los Pueblos.
En 1975 el mismo Pontífice lo eligió
como vicepresidente y más tarde como presidente de la Pontificia Comisión Justicia
y Paz, junto con la presidencia del Pontificio Consejo Cor Unum. En 1984, el Siervo
de Dios Juan Pablo lo nombró Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente
de la Pontificia Comisión para América Latina. Cargo que desempeñó hasta hace diez
años, dejándolo por límites de edad.
En su homenaje al cardenal Gantin, Benedicto
XVI ha destacado el profundo amor a Cristo de este «hermano y amigo», su «disponibilidad
a la escucha y al diálogo con todos» y «su infatigable servicio sin ambiciones meramente
humanas». Servicio en la Curia Romana que culminó cuando, al cumplir 80 años de edad,
dimitió como Decano del Colegio Cardenalicio para volver a Benín, entre su gente,
reanudando su actividad evangelizadora en tierra africana: «Que lo acompañe en la
última etapa de su viaje terrenal nuestra oración a la Virgen María, Reina de África,
de la que fue tiernamente devoto. Su muerte ocurrió en una significativa fecha mariana,
el 13 de mayo, memoria de Nuestra Señora de Fátima. Que la Virgen lo entregue en las
manos misericordiosas del Padre celestial y lo presente con alegría en la Casa del
Señor, hacia donde nos encaminamos todos».