2008-05-11 15:17:42

Llamamiento del Papa por el Líbano, señalando que "el diálogo, la comprensión, y la búsqueda de un compromiso razonable, son el único camino que puede restituir al país la seguridad de una vida cotidiana digna y rica de esperanza en el mañana"


Domingo, 11 may (RV).- Fiel al seguimiento de la actualidad internacional, Benedicto XVI ha realizado hoy un llamamiento por la paz en el Líbano ante las noticias de los enfrentamientos entre la población de este país.

“Las noticias que llegan desde el Líbano son extremadamente preocupantes –ha señalado el Pontífice, recordando que ante la situación política, ha seguido, primero la violencia verbal, y después los enfrentamientos armados, con numerosos muertos y heridos- Exhorto con fuerza a todos los libaneses a abandonar esta lógica de contraposición agresiva que está llevando a su querido país hacia lo irreparable”.

En este sentido Benedicto XVI ha señalado que “el diálogo, la comprensión mutua, y la búsqueda de un compromiso razonable, son el único camino que puede restituir al Líbano sus instituciones, y a la población, la seguridad necesaria de una vida cotidiana digna y rica de esperanza en el mañana”.

“Que el Líbano, por intercesión de Nuestra Señora del Líbano –ha exhortado el Papa- sepa responder con energía a su vocación de ser, para Medio Oriente y para el mundo entero, signo de la posibilidad real de una constructiva convivencia y posible entre los hombres. Las diferentes comunidades que la componen –como recordaba la Exhortación postsinodal ‘Una nueva esperanza para el Líbano’- son al mismo tiempo, ‘una riqueza, una originalidad y una dificultad. Pero vivir el Líbano es un compromiso de todos sus habitantes’. Con María, Virgen en oración en Pentecostés, pidamos al Omnipotente una abundante efusión del Espíritu Santo, el espíritu de la unidad y de la concordia, que a todos inspire pensamiento de paz y de reconciliación”.

Antes de este llamamiento, el Papa ha celebrado en la Basílica de San Pedro del Vaticano, la Santa Misa en esta festividad de Pentecostés. Trasladándose a mediodía a su despacho privado desde cuya ventana ha dirigido el rezo mariano del Regina Coeli, durante el cual además de realizar el llamamiento por la paz en Líbano ha recordado una vez más, la celebración de hoy de la solemnidad de Pentecostés, antigua fiesta judía en la que se evocaba la Alianza de Dios con su pueblo en el monte Sinaí. Esta fiesta, ha señalado Benedicto XVI, se transformó también en una celebración cristiana, precisamente porque tuvo lugar cincuenta días después de la Pascua de Jesús.

“Leemos en los Hechos de los Apóstoles -ha recordado el Santo Padre a los 40.000 peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano- que los apóstoles se encontraban reunidos en el Cenáculo, cuando sobre ellos descendió con potencia el Espíritu Santo, como viento y fuego. Iniciando de este modo a anunciar en muchas lenguas, la buena noticia de la resurrección de Cristo”.

“Por este motivo –ha recalcado el Papa- Pentecostés es, de forma especial, el bautismo de la Iglesia que emprende su misión universal iniciando por las calles de Jerusalén, con la prodigiosa predicación en las diferentes lenguas de la humanidad”.

Y esto fue posible gracias al don de sí mismo que hizo Jesús, a través de su muerte y resurrección, convirtiéndose ese momento en la coronación de toda la misión de Jesús. Él mismo, tras su resurrección, ordenó a sus discípulos que se quedaran en Jerusalén, ha explicado el Papa, evocando a continuación las palabras de Jesús: “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra” (Hch 1,8).

“En mi mensaje para la próxima Jornada Mundial de la Juventud 2008 –ha evocado el Pontífice- propuse a los jóvenes redescubrir la presencia del Espíritu Santo en su vida y, del mismo modo, la importancia de estos Sacramentos. Hoy querría extender la invitación a todos: redescubramos, queridos hermanos y hermanas, la belleza de ser bautizados en el Espíritu Santo; adquiramos la conciencia de nuestro Bautismo y Confirmación, manantiales de gracia siempre actual”.

Benedicto XVI ha finalizado su alocución previa al Regina Coeli, pidiendo a la Virgen María que obtenga también hoy para la Iglesia “una renovada Pentecostés, que infunda en todos, de forma especial en los jóvenes, la felicidad de vivir y testimoniar el Evangelio”.

Y como es tradicional, tras el rezo mariano del Regina Coeli y el responso por los fieles difuntos, el Santo Padre ha saludado en varias lenguas, realizando antes el llamamiento por la paz en Líbano. En español, éstas han sido sus palabras: RealAudioMP3 “Saludo con afecto a los fieles de lengua española en esta solemnidad de Pentecostés, exhortando a todos a invocar los dones del Espíritu Santo, que guía la Iglesia, para robustecer la fe, vivificar la esperanza e iluminar el camino que lleva a renovar la faz de la tierra con la fuerza del amor y el compromiso por la paz y la unidad. ¡Feliz Pentecostés!”.







All the contents on this site are copyrighted ©.