Día del Apostolado seglar: “Laicos y cristianos: sal y luz del mundo
Lunes, 5 may (RV).- Este domingo 11 de mayo se celebra el Día del Apostolado Seglar
y de la Acción Católica 2008 bajo el tema: “Laicos cristianos: sal y luz del mundo”.
En el mensaje de la Comisión Episcopal para el Apostolado Seglar de la Conferencia
Episcopal española, se pone de relieve que para llegar a ser luz del mundo y sal de
la tierra, “es absolutamente necesario que los que han sido llamados permanezcan en
comunión de vida y amor con Aquel, que se ha definido a sí mismo como la luz del mundo.
Jesús, el enviado del Padre, con su Encarnación, con su testimonio durante los años
de vida pública y con su triunfo sobre el poder del pecado y de la muerte en virtud
de la resurrección, es el único que puede iluminar el camino de la humanidad hacia
Dios”.
Los obispos de la Comisión Episcopal para el Apostolado Seglar, como
consecuencia de su participación en las reuniones de responsables de movimientos apostólicos
o en los encuentros de delegados diocesanos de apostolado seglar, han percibido con
gozo que son muchos los cristianos que han descubierto la necesidad de profundizar
en su formación cristiana integral para vivir de forma consciente y responsable su
vocación y misión en la Iglesia y en el mundo, para dar razón de la propia esperanza
a quien se la pidiere y para unificar fe y vida, pertenencia a la Iglesia y presencia
en el mundo.
“Pero, siendo realistas –matizan- también debemos reconocer que
existen muchos bautizados que, debido al descuido y olvido de su formación cristiana,
desconocen totalmente a Dios. Estos cristianos no son conscientes de que el seguimiento
de Jesucristo y el compromiso cristiano en la Iglesia y en el mundo exige una actitud
de búsqueda constante, de renovación espiritual y de crecimiento en la formación”.
Al
constatar estas carencias en la vida religiosa de tantos hermanos, los obispos analizan
las causas de esta realidad, que son variadas. Además de la ruptura de la cadena en
la transmisión de la fe en el seno de la familia y de los sucesivos procesos de secularización
que está padeciendo la sociedad española, “desde la Iglesia tal vez –señalan los obispos-
no hemos prestado la suficiente atención y dedicación a la formación de los adultos
bautizados. Pensábamos que, al mantener unas prácticas religiosas, todos estaban suficientemente
formados, y nos hemos equivocado”.
En este sentido llaman a la acción concreta.
“Con la ayuda del Señor –señalan- podremos ayudarles a descubrir el gozo del seguimiento
y a redescubrir la identidad cristiana haciendo frente a los criterios del mundo.
Si queremos que toda la Iglesia sea el sujeto de la evangelización, debemos poner
todos los medios a nuestro alcance para formar adecuadamente a los bautizados, aprovechando
las distintas oportunidades que tenemos para ello, aunque esto exija sacrificio y
renuncia a otras actividades más gratas o más espectaculares”.