2008-04-29 16:15:44

Mensaje del presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo interreligioso a las comunidades budistas en la fiesta Vesakh 2008


Martes, 29 abr (RV).- El presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo interreligioso, cardenal Jean-Louis Tauran ha enviado un mensaje de felicitación a las comunidades budistas en ocasión de la fiesta Vesakh 2008. En el texto se pone en evidencia las buenas relaciones existentes entre católicos y budistas, que “sirven de base para reforzar y profundizar en la recíproca comprensión y continuar a trabajar juntos para construir un mundo mejor”.

“La experiencia nos enseña -subraya el cardenal Tauran- que el diálogo promueve el deseo de compartir la simpatía y la armonía que ya existen, y nos acercan cada vez más a los otros, dispuestos juntos a afrontar los desafíos y las dificultades que puedan surgir”.

El purpurado ha recordado el mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la paz 2008, cuando observa que “para la familia humana la casa es el planeta tierra: el ambiente que Dios Creador nos ha dado para que lo habitemos con responsabilidad”. “Tenemos que cuidar el ambiente que ha sido confiado al hombre, para que lo custodie y cultive con libertad responsable”.

La Asamblea General de Naciones Unidas ha declarado 2008 Año Internacional del planeta Tierra. “En cuanto habitantes de la tierra y creyentes, cristianos y budistas -señala el cardenal Tauran- hemos de respetar la creación y el ambiente que compartimos. “La tutela del ambiente, la promoción del desarrollo sostenible y una particular atención a los cambios climáticos son materia de grave preocupación para todos”.

El presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo interreligioso afirma que muchos gobiernos, ONG, compañías multinacionales e institutos de investigación, reconociendo las implicaciones éticas en todo el desarrollo económico y social, están invirtiendo recursos financieros en el campo de la biodiversidad, del cambio climático y en la tutela y conservación del ambiente”. Y observa el cardenal que también los líderes religiosos ofrecen su contribución.

“El cristianismo y el budismo han promovido siempre un gran respeto por la naturaleza y han enseñado que debemos ser gratos administradores de la tierra”. De hecho sólo a través de una profunda reflexión entre Creador divino, creación y criaturas los esfuerzos realizados para responder a las preocupaciones ambientales no se verán comprometidos por la codicia o interrumpidos por los intereses particulares”.

El reciclaje, el ahorro energético, la prevención de la destrucción indiscriminada de plantas y de animales, y la protección del agua, todo lleva a una más atenta administración y a promover cordiales relaciones entre los pueblos. De este modo, cristianos y budistas juntos pueden ser portadores de esperanza para un mundo limpio, seguro y armonioso.








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