Audiencia general: el Papa centra su catequesis en San Benito de Nursia, fundador
de los benedictinos y patrón de Europa, y subraya que "sin una renovación ética y
espiritual basada en las raíces cristianas" no es posible la reconstrucción del continente
Miércoles, 9 abr (RV).- Benedicto XVI ha dedicado la catequesis de la Audiencia General
de hoy en la plaza de san Pedro ante 22 mil peregrinos, para hablar de San Benito
de Nursia, padre del monacato de occidente, que vivió a caballo de los siglos V y
VI. San Benito tuvo una gran influencia en el desarrollo de la civilización y la cultura
europea de su tiempo que vivía una dramática crisis de valores.
El Papa ha
recordado la vida y la obra de esta insigne figura de la Iglesia, compatrono de Europa
y como ha dicho “patrono también de mi pontificado”. De su obra, el pontífice ha destacado
la "Regla", escrita en el año 547 y que "contiene indicaciones no sólo para sus monjes
sino para todos los que buscan una guía en su camino hacia Dios".
Al final
de la catequesis, el Papa ha hablado del futuro del continente europeo. “Para unificar
verdaderamente Europa -ha dicho- es necesaria hoy una renovación ético-espiritual
que provenga de sus raíces cristianas”. “Sin esta utopía vital” el hombre se expone,
en cambio “a la utopía de quererse redimir a sí mismo”, y caer así, "como explicaba
Juan Pablo II, en las utopías del siglo XX, que llevaron a Europa a una vuelta atrás
sin precedentes en la atormentada historia de la humanidad".
Benedicto XVI
ha señalado “que hoy Europa, salida del siglo de las dos guerras mundiales y de la
caída de las grandes ideologías está a la búsqueda de su propia identidad, pero que
para crearla, “para crear una unidad nueva y duradera son, desde luego importantes
los instrumentos políticos, económicos, jurídicos, pero que también es necesario “suscitar
una renovación interior”. “Busquemos el verdadero progreso también hoy en la linfa
de las raíces cristianas”. “Escuchemos la regla de San Benito que indica a la humanidad
el modo para vivir el verdadero humanismo”.
Este ha sido el resumen que de
su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua
presentes en la audiencia:
Queridos
hermanos y hermanas:
San Benito de Nursia, padre
del monacato occidental, ejerció un influjo fundamental en el desarrollo de la civilización
y cultura europea. La fuente más importante para conocer su biografía es el segundo
libro de los Diálogos, escrito por San Gregorio Magno, y en el que se presenta a San
Benito como astro luminoso frente a la crisis de valores e instituciones que se vivía
en su tiempo. San Benito nació en torno al año cuatrocientos ochenta en una familia
acomodada. Estudió en Roma y, queriendo solamente agradar a Dios, marchó a Effide,
en donde se asoció a una comunidad de monjes. Vivió luego durante tres años como eremita
en Subiaco y de allí se estableció en Montecasino. Antes de morir, en marzo del año
quinientos cuarenta y siete, escribió una Regla para la familia monástica que fundó,
en la que se contienen indicaciones útiles no sólo para sus monjes, sino para todos
los que buscan una guía en su camino hacia Dios. En mil novecientos sesenta y cuatro,
Pablo Sexto proclamó a san Benito Patrón de Europa.
Saludo
cordialmente a los fieles de lengua española, en particular, a los miembros del Curso
de actualización sacerdotal del Pontificio Colegio Español de Roma, al grupo de Lleida
con su Obispo, Monseñor Javier Salinas, a la Institución “Padre Rubinos” de A Coruña,
y a los demás peregrinos venidos de España, Argentina, Ecuador y otros países latinoamericanos.
Os exhorto a que, siguiendo las huellas de San Benito, no antepongáis nada al amor
de Cristo. Muchas gracias.
Benedicto XVI ha finalizado la audiencia saludando
a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados exhortando a cada uno a vivir
intensamente este tiempo pascual, testimoniando la alegría que Cristo muerto y resucitado
da a aquellos que se encomiendan a Él.