2008-04-06 14:14:00

En la clausura del I Congreso Mundial de la Divina Misericordia, el Card. Schönburn recuerda el mandato del Siervo de Dios Juan Pablo II: “Seamos testigos de Jesús Misericordioso en todo el mundo”


Domingo, 6 abri (RV).- En la solemne clausura del I Congreso Apostólico Mundial de la Misericordia, el Card. Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, ha recordado el mandato de ser testigos de Jesús Misericordioso, dejado por el Papa Karol Wojtyla: «Seamos todos ‘testigos de la Misericordia’ según el mandato de Lagiewniki, que el Siervo de Dios Papa el amado Papa Juan Pablo II ha dado a todos los fieles. Éste es el mandato que llevamos con nosotros de estas jornadas benditas, el de ser testigos, en nuestra vida cotidiana de la Divina Misericordia» El purpurado austriaco, promotor y presidente de este Congreso mundial, ha exhortado a no dejarse llevar por ideas y anhelos demasiado terrenales, buscando un cristianismo victorioso, precisamente, en lo que se refiere a los poderes terrenales. Como pueden ser –entre otros- la política, la economía y los medios de comunicación. Como hicieron los discípulos en camino hacia Emaús que, con sus «ojos todavía demasiados mundanos», tardaron en reconocer al Resucitado.

Aunque pueda resultar «difícil creer» - ante los poderes que dominan este mundo, como el afán de poder, la corrupción, los intereses económicos, el sufrimiento de los pobres, la injusticia, las graves violaciones de los derechos humanos - el arzobispo de Viena ha hecho hincapié en la paciente Misericordia de Jesús, que se dirige a nosotros también hoy.

Como hizo con esos dos discípulos desilusionados y confundidos, Jesús misericordioso se nos manifiesta, en primer lugar, por medio de la Sagrada Escritura, del Evangelio. Nos brinda el resplandor de la alegría que abre nuestro corazón a pedirle que se quede siempre con nosotros y nos prepara a acogerlo en la Eucaristía.

«La historia de los éxitos del cristianismo no es la historia de los triunfos militares o políticos, sino el triunfo de la Misericordia vivida. La única que convence», ha enfatizado el Card. Schönborn, destacando que las palabras pueden ser muy bellas, pero se quedan vanas si no se materializan en actos concretos, como nos invita a hacer constantemente Jesús Misericordioso: «Hermanos y hermanas, en esta Santa Eucaristía, el Señor vuelve nuevamente a nosotros. Después de estas jornadas benditas del Congreso ¡emprendamos también nosotros nuestro camino con los corazones ardientes, para ser por doquier, dónde el Señor nos envíe, testigos de su inconmensurable Misericordia!. Amén».







All the contents on this site are copyrighted ©.