“Los abuelos: su testimonio y presencia en la familia”
Viernes, 4 abr (RV).- Relanzar el papel de los abuelos para salvar a los ancianos,
cada vez más excluidos en “la llamada sociedad de la eficiencia”. Y a partir de “estos
insustituibles patriarcas relanzar también una nueva ofensiva en defensa de la vida
y de la familia”, que es “la institución que más que cualquier otra defiende la dignidad
y la sacralidad de la vida desde su concepción a la muerte natural”. Bajo estas premisas
ha proseguido hoy la segunda jornada de la XVIII Asamblea Plenaria del Pontificio
Consejo para la Familia que se celebra en el Vaticano hasta mañana sábado y cuyo congreso
lleva por título: “Los abuelos: su testimonio y presencia en la familia”.
Esta
mañana el encuentro en el que participan unas 300 personas ha sido precedido por una
Misa en la Basílica de San Pedro que ha sido presidida por el Cardenal Secretario
de Estado, Tarcisio Bertone. Entre las ponencias de hoy destacamos la del Secretario
del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, el Arzobispo
Agostino Marchetto que ha tratado «La figura de los abuelos en la familia de los migrantes».
“Se puede afirmar que los abuelos inmigrantes -ha dicho el arzobispo- son
personas disponibles en la colaboración con los padres en la formación de los nietos,
a quienes ofrecen consejos y apoyo en la educación, según las tradiciones del país
de origen”. “En general, los ancianos consideran un placer además de un deber dedicar
tiempo a los niños de sus hijos”. A ellos transmiten “sus experiencias y amor generoso”
y de los pequeños “reciben afecto y comprensión”.
“En relación a los valores,
-ha señalado el representante del dicasterio de los Migrantes- la contribución educativa
de los abuelos es fundamental y de notable importancia para el desarrollo y enriquecimiento
de los nietos”, puesto que los ancianos “con su vivencia y experiencia ayudan a los
niños a mirar las vicisitudes terrenas con más sabiduría”. Los abuelos son “custodios
de la memoria colectiva e interpretes privilegiados de aquel conjunto de ideales y
valores comunes que sostienen y guían la convivencia social”, ha afirmado Mons. Marchetto.
Por
su parte, el jefe de oficina del Pontificio Consejo para la Familia, padre Gianfranco
Grieco, ha dado a conocer algunos datos, alarmado, sobre todo por la situación en
España. En nuestro país, ha dicho, “los abortos han aumentado un 90% y los divorcios
gracias al rito rápido un 75%. Mientras que los matrimonios gays, (que la Iglesia
española es consciente de que son valores que no puede negociar y que cada vez están
más amenazados) han sido 2mil en 2007. En el mundo las prácticas abortivas cancelan
cada año de la faz de la tierra 60 millones de seres humanos”.
“La condición
del anciano ha de ser transformada en un recurso” sugería ayer el arzobispo substituto
de la Secretaria de Estado, Fernando Filoni. “Muchos padres -dijo en su intervención-
dejan los hijos delante de la TV. En cambio, estableciendo una relación privilegiada
con los nietos, los abuelos no se sentiría excluidos de la sociedad y los niños aprenderían
de ellos la fe y todos aquellos valores que vienen de ellos, que son los custodios
de la memoria colectiva”.