2008-03-24 16:33:12

Regina Coeli: el Papa recuerda a los "misioneros mártires" muertos en 2007, ejemplos del testimonio valiente de la fe y manifiesta su cercanía a los enfermos de tuberculosis esperando que crezca el compromiso mundial para derrotar este flagelo


Lunes, 24 mar (RV).- El canto del Aleluya y la oración del Regina Coeli ha sido los temas centrales que ha abordado Benedicto XVI en su alocución antes de la oración mariana, en este Lunes de la octava de Pascua. El Santo Padre se encuentra desde ayer por la tarde en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo, residencia veraniega del Pontífice en las afueras de Roma, para pasar unos días de descanso después de las intensas celebraciones que presidió antes y durante el triduo pascual.

Hablando desde patio interior del Palacio, Benedicto XVI se ha referido al canto del aleluya, que significa “Alabar al Señor”, y que después de los días de la Cuaresma volvió a resonar en la vigilia pascual..

“En los días del tiempo pascual, esta invitación a la alabanza pasa de boca en boca, de corazón en corazón. Resuena a partir de un acontecimiento absolutamente nuevo: la muerte y resurrección de Cristo”.

Este aleluya que floreció en los primeros discípulos y discípulas de Jesús, ha sido recordado por el Papa en la voz de María Magdalena, la primera que vio al Señor resucitado en el jardín del Calvario; en las voces de las mujeres que lo encontraron cuando corrían asustadas y felices a dar la noticia a los discípulos de que la tumba estaba vacía; en las voces de los dos discípulos que se habían encaminado hacia Emmaús con el rostro triste y que volvieron en la tarde llenos de alegría después de haber escuchado su palabra y haberlo reconocido partiendo el pan; y también en las voces de los once apóstoles, que esa misma noche lo vieron aparecer entre ellos en el Cenáculo, mostrando las heridas de los clavos y de la lanza y diciéndoles: Paz a vosotros. Tras recordar cada uno de estos pasajes el Papa ha afirmado que es esta experiencia la que inscribió de una vez y para siempre el aleluya en el corazón de la Iglesia.

Benedicto XVI ha subrayado a continuación que de esa experiencia se deriva también la oración que desde hoy y durante todo el tiempo pascual dedicamos a María, en lugar del Ángelus, es decir, la antífona del Regina Coeli. Este breve texto, ha dicho el Papa, es como una nueva anunciación a María, esta vez hecha no por un ángel sino por los cristianos que la invitan a alegrarse porque su Hijo, ha resucitado como había prometido.

En efecto, alégrate fue en Nazaret la primera palabra dirigida a la Virgen por el mensajero celeste: Y el sentido era el siguiente: Alégrate, María porque el Hijo de Dios esta por hacerse hombre en ti. Ahora, después del drama de la Pasión, resuena una nueva invitación a la alegría: Alégrate Virgen María, aleluya, por que el Señor resucitó de verdad, aleluya.

Invitando a los fieles a dejar que el aleluya pascual nos impregne en profundidad, y que no sea solo una palabra más, sino la expresión de nuestra existencia misma, el Papa ha pronunciado la oración del Regina Coeli pidiendo a María que rece por nosotros para que el Señor, que en la resurrección de su Hijo, ha dado la alegría al mundo entero, nos conceda gozar de esta alegría ahora y en la vida sin fin. Y tras el rezo mariano, Benedicto XVI ha recordado que este lunes, 24 de marzo, se celebra la Jornada de oración y de ayuno por los misioneros mártires.

Recordar y rezar por estos nuestros hermanos y hermanas –obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos- caídos a lo largo del 2007, mientras desarrollaban su servicio misionero es un deber de agradecimiento para toda la Iglesia y un estímulo para cada uno de nosotros para testimoniar de manera cada vez más valiente nuestra fe y nuestra esperanza en Aquel que sobre la Cruz venció para siempre el poder del odio y de la violencia con la omnipotencia de su amor.

El Santo Padre también puso de relieve la celebración, este día del la Jornada Mundial por la Lucha contra la Tuberculosis, establecida por la Organización Mundial de la Salud, de la ONU, que este año está dedicada al tema “Yo puedo frenar la tuberculosis”, con la cual se desea llamar la atención sobre la enfermedad, que lejos de haber desaparecido continúa golpeando a unos 2 mil millones de personas, sobretodo en África subsahariana y en el sudeste asiático. Ante este flagelo el Papa ha manifestado su cercanía… : “Estoy particularmente cercano a los enfermos y a sus familias y espero que crezca el compromiso a nivel mundial para derrotar este flagelo. Mi llamamiento se dirige sobretodo a las instituciones católicas, para que cuantos sufren puedan reconocer, a través de su obra, al Señor Resucitado que les da curación, consuelo y paz”.

Como siempre el Pontífice al concluir su alocución ha saludado, en diferentes idiomas, a los peregrinos congregados, esta vez en el Palacio de Castelgandolfo. Estas sus palabras en español. RealAudioMP3

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en este lunes de la octava de Pascua. Os invito a alegraros y a regocijaros con la Virgen María, porque el Señor Jesús resucitó de entre los muertos y reina para siempre. Él intercede por vosotros y os alienta a vivir de acuerdo con la fe que profesáis. Feliz tiempo de Pascua.
 







All the contents on this site are copyrighted ©.