Llamamientos del Papa en favor del pueblo de Haití, contra la pobreza y para impulsar
la reconciliación y una vida digna para todos, con la ayuda de la Comunidad internacional
Jueves, 13 mar (RV).- El Papa reitera su cercanía al pueblo de Haití, renovando sus
llamamientos, en especial a los responsables civiles, contra la pobreza y en favor
de la reconciliación y de una vida digna para todos, con el anhelo de que la Comunidad
internacional intensifique su apoyo a los haitianos. En su discurso a los obispos
de la conferencia Episcopal de Haití, que han concluido su visita ad limina apostolorum,
Benedicto XVI ha evocado el viaje que realizó su amado predecesor, hace 25 años.
Cuando,
al clausurar el congreso eucarístico nacional haitiano, el Siervo de Dios Juan Pablo
II, destacando el tema central, señaló «¡Es necesario que algo cambie aquí!»: «¿Han
cambiado las cosas? Vuestro país ha conocido horas de dolor, que la Iglesia sigue
con atención: divisiones, injusticias, miseria, desempleo, elementos que son fuente
de profunda inquietud para vuestro pueblo. Ruego al Señor que ponga en el corazón
de todos los haitianos, en particular de aquellos que tienen responsabilidades sociales,
la valentía de promover el cambio y la reconciliación, con el fin de que todos los
habitantes del país tengan condiciones de vida digna y se beneficien de los bienes
de la tierra, en una solidaridad cada vez mayor. No puedo olvidar a aquellos que son
obligados a desplazarse al país vecino para abastecer sus necesidades. Deseo que
la Comunidad internacional prosiga e intensifique su apoyo al pueblo haitiano, para
permitirle que tome las riendas de su porvenir y de su desarrollo».
Entre las
preocupaciones manifestadas en las relaciones quinquenales presentadas por los obispos
de Haití, el Papa se ha referido también a la situación de la institución familiar.
«Sacudida por la crisis que atraviesa el país y por los cambios que promueven la pérdida
del sentido del matrimonio y de la familia, que ponen en un mismo plano otras formas
de unión». Benedicto XVI ha alentado a los obispos haitianos a «sostener a los esposos
y a los hogares jóvenes, por medio de un acompañamiento y una formación cada vez más
apropiada, enseñándoles también el respeto de la vida».
Tras poner de relieve
luego la importancia de «la formación permanente» de los sacerdotes - «principales
colaboradores de los obispos» - el Santo Padre ha recordado que se deben abstener
de todo compromiso político, animándolos a perseverar en la fidelidad a su ministerio
sacerdotal. Y en la valentía de afrontar las situaciones, a menudo difíciles de su
apostolado, «fundado en su relación con Cristo, sobre el misterio eucarístico, que
nos recuerda que el Señor se entregó totalmente por la salvación del mundo. Sobre
el sacramento del perdón y sobre el amor de la Iglesia, llevando por medio de su vida
recta, humilde y pobre un testimonio elocuente de su compromiso sacerdotal».
Sin
olvidar la debida atención que merece la pastoral de las vocaciones y de la juventud
- de las que «depende el porvenir de la Iglesia en Haití» - y destacando también el
importante papel de las escuelas católicas en esta nación, en la evangelización y
en testimonio activo del mensaje evangélico, Benedicto XVI ha concluido su discurso
renovando su cercanía espiritual a la Iglesia haitiana: «Queridos hermanos en el Episcopado,
al terminar este encuentro, deseo expresar nuevamente mi cercanía espiritual a la
Iglesia en Haití, rogando al Señor que fortalezca su misión. Permítanme saludar también
a los religiosos, religiosas y voluntarios, a menudo comprometidos en favor de los
más pobres y marginados de la sociedad, mostrando que, al luchar contra pobreza, se
lucha asimismo contra los numerosos problemas sociales que dependen de ella. Que sean
sostenidos por todos en esta tarea. A cada uno de vosotros, imparto de corazón mi
afectuosa Bendición apostólica, así como a los sacerdotes, a las personas consagradas
y a todos los fieles laicos de vuestras diócesis».