La familia formadora en los valores humanos y cristianos

Sábado, 1 mar (RV).- Recientemente los organizadores del próximo Encuentro Mundial de las Familias (EMF) que tendrá lugar el próximo año en México, presentaron el logo oficial del evento que tendrá como lema: "La familia formadora en los valores humanos y cristianos".


El logotipo oficial que acompañará el Encuentro representa a la familia a través de siluetas humanas, simbolizada en tres corazones y regida por la fe, representada por la cruz arriba. La cruz representa la presencia de Dios como sostén de la unidad de la familia y los tres corazones unen o representan a la familia unida por el amor y la relación. Un detalle que llama la atención de este logotipo, es la madre embarazada, que apunta al tema de la vida, primer valor fundamental, promovida, custodiada y celebrada por la familia. Todo el emblema es de color verde evocando de este modo, la esperanza en el futuro de la Familia, y el color de México.


El anuncio de México como sede de la sexta edición del EMF, que tendrá lugar del 13 al 18 de enero de 2009, lo hizo el presidente del Consejo Pontificio para la Familia, cardenal Alfonso López Trujillo. El purpurado vaticano dio a conocer la novedad durante su intervención en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que se desarrolló en el santuario mariano de Aparecida, Brasil.


El último EMF fue en Valencia y tuvo como acontecimiento central la visita del Papa Benedicto XVI. Precisamente en aquella ocasión el Pontífice subrayó la importancia de la familia como “institución intermedia entre el individuo y la sociedad”, por lo que nada la puede suplir totalmente. La familia se apoya sobre todo “en una profunda relación interpersonal entre el esposo y la esposa, sostenida por el afecto y comprensión mutua. Para ello recibe la abundante ayuda de Dios en el sacramento del matrimonio, que comporta verdadera vocación a la santidad. Ojalá que los hijos contemplen más los momentos de armonía y afecto de los padres, que no los de discordia o distanciamiento, pues el amor entre el padre y la madre ofrece a los hijos una gran seguridad y les enseña la belleza del amor fiel y duradero”, sentenció el Papa.


El Encuentro es convocado cada tres años por el Papa y organizado por el Consejo Pontificio para la Familia. Tiene como finalidad celebrar el don divino de la familia, rezar las familias unidas, conocerse, aprender, compartir y profundizar en la comprensión del papel que les compete en este tiempo.


El Pontificio Consejo para la Familia, instituido por Juan Pablo II con el Motu Proprio Familia a Deo Instituta en 1981, sustituyó al Comité para la Familia, creado por Pablo VI en 1973. Al Consejo corresponde la promoción de la pastoral y del apostolado en campo familiar, mediante la aplicación de las enseñanzas y orientaciones del Magisterio eclesiástico para ayudar a las familias cristianas a cumplir su misión educativa y apostólica. Además, promueve y coordina los esfuerzos pastorales relacionados con el problema de la procreación responsable, y anima, sostiene y coordina las iniciativas en defensa de la vida humana en todos los estadios de su existencia, desde la concepción hasta la muerte natural.


Desde 1994, a petición de varias Conferencias Episcopales, el Consejo ofrece cursos de actualización para Obispos y agentes pastorales sobre familia, vida y cuestiones éticas. En 1996, el Pontificio Consejo para la Familia inició la publicación de la Revista cuatrimestral, Familia et Vita, que contiene artículos de especialistas y pastores (en las lenguas originales con sumarios en cinco idiomas) sobre temas de competencia del Dicasterio. El Consejo edita muchas otras publicaciones en distintas lenguas sobre la familia, la vida humana y cuestiones relativas.