El Papa, apesadumbrado por el secuestro del arzobispo de Mosul y el asesinato de tres
de sus acompañantes, califica de “execrable” la acción criminosa y pide la liberación
del prelado iraquí
Sábado, 1 mar (RV).- Benedicto XVI calificó ayer de "execrable" el secuestro del arzobispo
de Mosul de los Caldeos, Paulos Faray Rahho, que tuvo lugar en la tarde ayer en Mosul,
en el curso del cual fue asesinado su chofer y dos guardaespaldas. En un comunicado
de la Oficina de Prensa de la Santa Sede se especifica que el prelado fue capturado
poco después de que celebrase el Vía Crucis, en la iglesia del Espíritu Santo de
Mosul. Esto hace pensar que la acción criminosa era premeditada.
Apesadumbrado
por este nuevo acto de violencia, que golpea profundamente a toda la Iglesia en ese
país y en especial a la Iglesia Caldea, el Papa expresa su cercanía al Patriarca,
cardenal Emmanuel III Delly, a toda la probada comunidad cristiana, así como a los
familiares de las víctimas".
“El Sumo Pontífice -subraya la nota- invita
a la Iglesia Universal a unirse a su ferviente plegaria para que prevalezcan en los
autores del secuestro razones y humanidad" y Mons. Paulos Faray Rahho "sea devuelto
cuanto antes al cuidado de su rebaño". El Papa -termina diciendo el comunicado - reitera
su deseo de que el pueblo iraquí "encuentre caminos de reconciliación y de paz".
La
Iglesia Caldea la constituyen la mayoría de los cristianos iraquíes. Son casi 600.000.
La sede del Patriarcado está en Bagdad, donde vive la comunidad más numerosa de estos
católicos de rito oriental.