Oceanía se moviliza para preparar la Jornada Mundial de la Juventud de Sídney
Jueves, 28 feb (RV).- Todo el continente de Oceanía «se está movilizando, tanto en
las regiones socialmente desarrolladas como en las menos desarrolladas», para preparar
la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Sídney en julio de este 2008,
y está creciendo el interés por la visita del Papa Benedicto XVI, como evento de particular
gracia». Lo afirma un comunicado de prensa que informa sobre la reunión del consejo
especial para Oceanía del Sínodo de los Obispos, que se celebró en el Vaticano, los
pasados días 14 y 15 de febrero.
La reunión estuvo presidida por el arzobispo
Nikola Eterovic, secretario general del Sínodo de los Obispos, y contó con la participación
de dos cardenales, cinco arzobispos y un obispo, en su mayoría procedentes del continente
oceánico. El mismo comunicado señala que «las Iglesias particulares en este continente
tienen una gran vitalidad, sostenida por la exhortación apostólica posinodal ‘Ecclesia
in Oceania’ (2001), que se ha reeditado y traducido a las diferentes lenguas locales».
En lo que respecta a la próxima Jornada Mundial de la Juventud - considerada
como uno de los eventos más importantes en la historia de Australia - se subraya también
que existen varias iniciativas de ayuda financiera para que puedan participar jóvenes
de las zonas más pobres del continente.
En la mencionada reunión del consejo
especial para Oceanía del Sínodo de los Obispos se afrontó asimismo, entre otros temas,
el de la inculturación del mensaje evangélico, recordando que «es una de las mayores
preocupaciones pastorales en la Iglesia en Oceanía». Se trata, explica el documento,
de «un camino gradual a través del cual el Evangelio entra en las diversas culturas,
transformando o purificando ciertos valores culturales para que puedan encontrar un
lugar en la cultura auténtica cristiana, sin alterar el debido respeto tanto por el
Evangelio como por las mismas culturas».
El comunicado concluye haciendo hincapié
en que «en este dinamismo es indispensable la labor conjunta de pastores, sacerdotes,
diáconos y catequistas. Especialmente importantes son las escuelas católicas en todos
los niveles que salvaguardan su identidad católica, siendo instrumentos preciosos
del testimonio evangélico en el ambiente contemporáneo a menudo secularizado».