Audiencia general: llamamiento del Papa a la Comunidad Internacional para que se abra
el camino del diálogo y cese la violencia y el sufrimiento en Chad
Miércoles, 6 feb ((RV).- Benedicto XVI en el curso de la Audiencia General ha hecho
esta mañana un apremiante llamamiento para la pacificación del Chad, donde en la capital,
Yamena, desde hace diez días se suceden fuertes enfrentamientos entre el ejército
y las tropas rebeldes que, desde el vecino Sudan y cruzando todo el país, entraron
el sábado en la capital. Los duros combates con las tropas gubernamentales durante
el fin de semana han causado centenares de muertos y heridos y miles de refugiados.
En estos días estoy particularmente cercano a las queridas poblaciones del
Chad, destrozadas por las dolorosas luchas intestinas, que han causado numerosas víctimas
y la fuga de miles de civiles de la Capital. Confío en vuestra oración y en vuestra
solidaridad a estos hermanos y hermanas que sufren, pidiendo que se les ahorren ulteriores
violencias y se les asegure la necesaria asistencia humanitaria, mientras dirijo un
apremiante llamamiento a deponer las armas y a volver a retomar el camino del dialogo
y de la reconciliación.
Benedicto XVI ante unos 5 mil fieles y peregrinos reunidos
en el Aula Pablo VI del Vaticano dedicó la catequesis de su tradicional Audiencia
General para hablar del inicio del camino cuaresmal, que inicia hoy con el rito de
la imposición de las cenizas. El Santo Padre ha recordado que en este periodo de 40
días que precede a la Semana Santa, "la Iglesia propone una serie de empeños y compromisos
específicos para seguir este itinerario cuaresmal: la oración, el ayuno y la limosna.
Sobre esta última el Santo Padre ha querido detenerse como hizo ya en el Mensaje
para la Cuaresma de este año. El cristiano está llamado “a no idolatrar los bienes
terrenos, sino a utilizarlos como medios para vivir y ayudar a los necesitados, imitando
así al Señor”. El Papa ha señalado que ante la sugestión de las riquezas materiales,
en la vida moderna, el cristiano tiene que actuar contra corriente manifestando de
esta manera su imitación a Jesús.
Este ha sido el resumen que de su catequesis
ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes
en la audiencia:
Queridos
hermanos y hermanas:
Hoy, con el rito de la imposición
de la ceniza, la Iglesia nos introduce en la Cuaresma, que es como un gran retiro
espiritual de cuarenta días, en el cual se nos invita a redescubrir el don de la fe
recibida con el Bautismo y a acercarnos al sacramento de la Reconciliación, poniendo
nuestro esfuerzo de conversión interior bajo el signo de la misericordia divina. Convertirse
es acudir a la escuela de Jesús y seguir dócilmente sus huellas. A la luz del Evangelio,
la Iglesia propone a los fieles algunos compromisos específicos para este itinerario:
la oración, el ayuno y la limosna. Sobre esta última he querido detenerme en el Mensaje
para la Cuaresma de este año. El cristiano está llamado a no idolatrar los bienes
terrenos, sino a utilizarlos como medios para vivir y ayudar a los necesitados, imitando
así al Señor, quien, según San Pablo, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza
(cf. 2 Cor 8,9). Saludo con afecto a los peregrinos de lengua
española. En particular, a los fieles venidos de San Sebastián, de las parroquias
de El Salvador de La Roda y de San Juan Bautista de Carballo, a la Asociación “Palabra
culta y buenas costumbres”, así como a los demás grupos procedentes de España, México
y de otros países latinoamericanos. Dejémonos guiar por la Virgen María en el camino
cuaresmal y llegaremos, renovados interiormente, a la celebración de la Pascua de
Cristo, revelación suprema del amor misericordioso de Dios. Os deseo a todos una Santa
Cuaresma. Muchas gracias.
Como siempre el Papa, al final de la audiencia
ha saludado a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Esta vez les ha
invitado a acoger con prontitud y actuar con generosa perseverancia la invitación
a la conversión, que la Iglesia hoy nos dirige de manera singular.
Terminada
la Audiencia, el Pontífice ha saludado la señora Yolanda Betancourt, madre de la candidata
a las presidenciales de Colombia, Ingrid Betancourt, que desde hace seis años está
en manos de sus secuestradores, los guerrilleros del Ejército de Liberación de Colombia
FARC. El Santo Padre ha saludado afectuosamente y con gran cariño a la madre de esta
víctima del terrorismo, pronunciado palabras de ánimo y consuelo.