Visita ad limina de los obispos de Costa Rica que expondrán al Papa las principales preocupaciones y desafíos para la Iglesia costarricense

Martes, 5 feb (RV).- Benedicto XVI recibía ayer a los primeros obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, que empiezan esta semana su quinquenal visita ad limina apostolorum. Hoy hemos entrevistado a Mons. Hugo Barrantes Ureña, arzobispo de San José y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica que en esta primera pregunta nos comenta sus impresiones tras la visita papal.

Otro de los temas que han abordado con el Papa ha sido el de la situación de la sociedad costarricense, donde existe un gran desnivel social y se ha creado una situación de desigualdad.

Respondiendo a la primera pregunta usted nos ha hablado de la situación de la familia. Benedicto XVI, en su discurso inaugural de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, hizo mucho hincapié en la dimensión familiar del hombre.



Lunes, 4 feb (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana al primer grupo de Obispos de Costa Rica en visita ad limina. El presidente de la Conferencia Episcopal destaca, ante nuestros micrófonos, las principales preocupaciones y desafíos para la Iglesia costarricense: el secularismo, la familia, la cultura y los medios de comunicación social.

Benedicto XVI ha recibido esta mañana en audiencias sucesivas a cuatro miembros de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, que han dado comienzo así a su visita ad limina apostolorum, encabezados por el Arzobispo de San José, Mons. Hugo Barrantes Ureña.

Mons. José Francisco Ulloa Rojas, Obispo de Cartago y Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, entrevistado por Radio Vaticano hizo hincapié, en primer lugar, en la importancia de la visita ad limina, también para los obispos costarricenses, y en la comunión de todos ellos con el Papa, con el anhelo de recibir sus orientaciones pastorales:

El secularismo, la familia, la cultura y los medios de comunicación social son algunas de las principales preocupaciones y desafíos para la Iglesia en Costa Rica: