2008-01-30 15:20:29

Mons. Tomasi considera inaceptable la afirmación de que las bombas de racimo son una necesidad militar


Miércoles, 30 ene (RV).- En días pasados el Observador permanente de la Santa Sede en Ginebra, Mons. Silvano Maria Tomasi, intervino en la reunión del Grupo de expertos gubernamentales en la Convención sobre la prohibición o restricción del uso de ciertas armas convencionales, que pueden ser consideradas excesivamente dañosas o tener efectos indiscriminados sobre la población.

Mons. Tomasi recordó al respecto las palabras del Papa en su discurso a los embajadores acreditados ante la Santa Sede de principios de año, en el que insistía “sobre la adopción de medidas apropiadas para afrontar el problema humanitario que conlleva las armas con municiones de racimo”. Una rápida respuesta a este problema se convierte en un imperativo ético visto el elevado coste de vidas humanas, la mayoría civiles y especialmente niños”.

El representante del Vaticano insistió sobre tres puntos: la urgencia de una respuesta apropiada a los problemas humanitarios que representan las armas convencionales; el riesgo que significa que numerosos países todavía hoy puedan ser productores, compradores o poseedores de stocks de armas; y la convicción de que el mejor camino para asegurar la paz no es a través del armamento.

“La prevención - afirmó Mons. Tomasi- , entre otras cosas, debería ser el punto común de una acción concertada entre productores y futuros compradores”. “Es inaceptable la afirmación de que las armas con munición de racimo son una necesidad militar”. “Si la guerra tiene un precio, la paz tiene también el suyo, y en todo caso es más modesto. Preservar la vida, crear las condiciones para una vida digna y asegurar la paz es un desafío que hay que construir entre todos”.







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