2008-01-26 17:47:55

En la conclusión de la Semana de Oración por la unidad de los cristianos el Papa subraya que “nuestro deseo de unidad no debería limitarse sólo a ocasiones esporádicas, sino volverse parte integrante de toda nuestra vida de oración”


Sábado, 26 ene (RV).- Benedicto XVI presidió ayer por la tarde, solemnidad de la Conversión de San Pablo, en la basílica de san Pablo extramuros la celebración de las segundas Vísperas en la Conclusión de la Semana de Oración por la unidad de los cristianos.

En su homilía el Santo Padre recordó que precisamente en esa misma noche, “las palabras del Apóstol sobre la relación entre esfuerzo humano y gracia divina, resuenan colmas de un significado particular”. En este sentido, Benedicto XVI señaló que en la conclusión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, “somos todavía más conscientes de que la obra de recomposición de la unidad, que necesita toda nuestra energía y esfuerzo, es infinitamente superior a nuestras posibilidades”.

Y en relación a este esfuerzo, el Papa recordó que “nuestro deseo de unidad no debería limitarse sólo a ocasiones esporádicas, sino volverse parte integrante de toda nuestra vida de oración”. Como cada año Benedicto XVI dirigió un saludo fraterno a todos los obispos, sacerdotes, y pastores de las diferentes Iglesias y Comunidades eclesiales. “Vuestra participación en esta oración -dijo el Pontífice- es la expresión tangible de los lazos que nos unen en Cristo Jesús: ‘Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy en medio de ellos’ ”.

El Papa finalizó su homilía recordando que en la Basílica de san Pablo Extramuros, el próximo 28 de junio, se abrirá el año consagrado al testimonio y a las enseñanzas del apóstol Pablo. “Que su incasable fervor en el construir el Cuerpo de Cristo en la unidad, nos ayude a orar incesantemente por la unidad plena de todos los cristianos”.







All the contents on this site are copyrighted ©.