“Los medios: en la encrucijada entre protagonismo y servicio. Buscar la Verdad para
compartirla”. Mensaje del Papa para la 42ª jornada mundial de las comunicaciones sociales
que se hizo público hoy
Jueves, 24 ene (RV).- Cada año en la fiesta litúrgica de San Francisco de Sales, obispo
y doctor de la Iglesia que fue proclamado por el Papa Pío XI patrono de los periodistas
católicos, se publica el mensaje del Santo Padre para la Jornada mundial de las comunicaciones
sociales, que este año se celebrará el próximo 4 de mayo.
El tema de la 42ª
jornada mundial de este año será: “Los medios: en la encrucijada entre protagonismo
y servicio. Buscar la Verdad para compartirla”. En esta circunstancia, esta mañana
a las 9,30, en la capilla de la anunciación del Palacio Pío, centro de producción
de nuestra emisora, Radio Vaticano, el arzobispo Claudio Maria Celli, presidente del
Consejo pontificio de las Comunicaciones Sociales presidió la Santa Misa, en la que
participaron diversos miembros no sólo de este dicasterio, sino también del periódico
de la Santa Sede, “L’Osservatore Romano”, de la Librería Editora Vaticana y de la
Sala de Prensa de la Santa Sede, junto a la comunidad de trabajo de la Radio del Papa.
Posteriormente,
a las 11,30, en la Sala de Prensa de la Santa Sede, tuvo lugar la Conferencia de presentación
del Mensaje del papa por parte del arzobispo Claudio Maria Celli, y de mons. Paul
Tighe, respectivamente presidente y secretario del Consejo Pontificio de las Comunicaciones
Sociales.
En el Mensaje el Papa Benedicto XVI expresa su vivo aprecio a los
media y los ve como parte constitutiva de la cultura actual. Subraya su papel de difusores
del bien primario de la información, soporte para el desarrollo de la democracia,
promotores de la alfabetización, del diálogo y de la comprensión entre los pueblos,
y vehículos de la libre circulación del pensamiento en orden a la solidaridad y a
la justicia social. De este modo, los media responden a su alto deber de servir el
bien común y favorecer «la formación ética del hombre y el crecimiento del hombre
interior».
Pero ante semejante potencialidad, el Pontífice señala el riesgo
de que éstos puedan caer en un protagonismo indiscriminado o terminen en poder de
quien se sirve de ellos para manipular las conciencias o, aún, con la actual tendencia
los media pueden llegar a vivir una verdadera mutación del papel para el cual a veces
no sólo representan la realidad, sino que incluso “crean” los mismos acontecimientos.
Dada la fuerte incidencia de estos medios en la persona y en la sociedad, reafirma
que «no todo lo que es técnicamente posible es también éticamente practicable».
La
sociedad se encuentra de este modo ante una encrucijada y debe hacer algunas elecciones
que ya no pueden prorrogarse puesto que la cultura mediática debe ser considerada
«parte integrante de la cuestión antropológica, desafío crucial del tercer milenio».
Los media, a través de una «info-ética» que los lleve a defender la dignidad de cada
persona, están llamados a «buscar y presentar la verdad sobre el hombre, que es la
vocación más alta de la comunicación social», utilizando para este fin todos los lenguajes,
cada vez más bellos y refinados, de los que disponen. Esta tarea no atañe sólo a los
responsables y a los agentes de la comunicación, sino cada vez más a todos nosotros,
que también nos hemos convertido en agentes a través de los nuevos media como la telefonía
e Internet. Así es posible volver a dibujar el rostro mismo de la comunicación.
Este
Mensaje ve a cada persona como buscadora de la verdad. Y quien aprecia «los productos
editoriales, programas o “fiction” de calidad, en que la verdad, la belleza y la grandeza
de la persona, incluida su dimensión religiosa, son reconocidas y bien representadas»
está en busca de la verdad. Quien sabe que la Verdad es Cristo, no puede evitar, hoy,
de comunicarlo, transmitirlo y compartirlo: «Esta época de la comunicación es un tiempo
precioso para la búsqueda de la verdad y para el desarrollo de la comunicación entre
las personas y los pueblos».