Ángelus: Agradeciendo a unas doscientas mil personas que le han manifestado su solidaridad,
Benedicto XVI exhorta a seguir adelante con el empeño común por la libertad y por
una sociedad fraterna y tolerante
Domingo, 20 ene (RV).- “Sobre todo, ahora deseo saludar a los jóvenes universitarios,
que son tantos, gracias por vuestra presencia, a los profesores y a todos los que
os encontráis aquí presentes, tan numerosos, en la plaza san Pedro, para participar
a la oración del Ángelus y para expresar vuestra solidaridad –es hermoso ver esta
fraternidad común por la fe-; un saludo también para todos los que se unen a nosotros
espiritualmente. Os lo agradezco de corazón, queridos amigos; agradezco al cardenal
Vicario que ha sido el promotor de este momento de encuentro”.
Con estas palabras,
y en medio de aplausos y gritos de “Viva el Papa”, el Santo Padre Benedicto XVI ha
saludado a unas doscientas mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro –muchos
con pancartas en las que se podían leer mensajes como “Libres de escucharte”-, a quienes
ha agradecido su presencia, como muestra de solidaridad, tras los acontecimientos
que llevaron al Pontífice a anular su visita a la universidad romana de La Sapienza.
“Como sabéis –ha recordado el Papa- había acogido con entusiasmo la cortés invitación
que me habían realizado para intervenir, el jueves pasado, en la inauguración del
año académico de esta universidad y para la que había preparado con entusiasmo un
discurso”.“Conozco bien este Ateneo –ha señalado el Pontífice-, lo estimo
y tengo cariño a los estudiantes que lo frecuentan: cada año, en más de una ocasión,
muchos de ellos acuden al Vaticano para encontrarme junto a colegas de otras universidades.
Lamentablemente, como sabéis, el clima que se había generado ha vuelto inoportuna
mi presencia en la ceremonia”.
Tras recordar las protestas de algunos universitarios
en la universidad romana, el Papa, como él mismo ha recordado, a su pesar, tuvo que
desistir de acudir a la inauguración del Año Académico, pero envió de todas formas
el texto que había preparado, durante el periodo navideño, para esa ocasión. “Al ambiente
universitario, que durante años ha sido mi mundo, me une el amor por la búsqueda de
la verdad, por la confrontación, por el diálogo franco y respetuoso de las posiciones
recíprocas –ha exhortado el Santo Padre en medio de los aplausos de los presentes-.
Todo esto es también la misión de la Iglesia, comprometida en seguir fielmente a Jesús,
Maestro de vida, de verdad y de amor”.
Benedicto XVI ha finalizado este mensaje
recordando que “como profesor emérito que ha encontrado a tantos estudiantes durante
su vida os animo a todos, queridos universitarios, a ser siempre respetuosos con las
opiniones de los demás y a que busquéis, con espíritu libre y responsable, la verdad
y el bien. A todos y cada uno de vosotros renuevo la expresión de mi gratitud, asegurando
mi afecto y oración. Gracias”.
Seguidamente el Pontífice ha querido dirigir
un saludo especial a los responsables, dirigentes, docentes, padres y alumnos de las
escuelas católicas, que en la Diócesis de Roma celebran hoy la Jornada de la escuela
católica. “En la educación a la fe de los jóvenes, las escuelas católicas desempeñan
un papel importante: por lo tanto os animo para que continuéis con el trabajo que
pone en el centro el Evangelio, con un proyecto educativo que apunta a la formación
integral de la persona humana. A pesar de las dificultades que encontráis –ha dicho
el Obispo de Roma- proseguid siempre con valentía y confianza en esta misión vuestra,
cultivando una pasión constante educativa y un generoso empeño al servicio de las
nuevas generaciones”.
En sus palabras para introducir el rezo del Ángelus,
Benedicto XVI ha recordado que, como cada año, irá a la Basílica de San Pablo Extramuros
para concluir, el próximo viernes, 25 de enero – festividad de la Conversión del Apóstol
- la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, con la celebración de las
Vísperas solemnes: “Invito a los romanos y a los peregrinos para que se unan conmigo
y con los cristianos de las Iglesias y Comunidades eclesiales que participarán en
la celebración para invocar de Dios el don precioso de la reconciliación entre todos
los bautizados. Que la Santa Madre de Dios, cuya aparición a Alfonso Ratisbonne en
la iglesia de sant’Andrea delle Fratte se recuerda hoy, obtenga del Señor para
todos sus discípulos la abundancia del Espíritu Santo, para que juntos podamos alcanzar
la unidad perfecta y ofrecer así el testimonio de fe y de vida del que el mundo tiene
urgente necesidad”.
Haciendo hincapié en que en la Semana de Oración por la
Unidad de los Cristianos, «católicos, ortodoxos, anglicanos y protestantes, conscientes
de que sus divisiones constituyen un obstáculo para la acogida del Evangelio, imploran
del Señor con mayor intensidad el don de la comunión plena», el Obispo de Roma ha
destacado que «esta providencial iniciativa nació hace cien años, cuando el Padre
Paul Wattson puso en marcha el ‘Octavario’ de oración por la unidad de todos los discípulos
de Cristo».
El Santo Padre ha dedicado unas palabras de aliento a los hijos
e hijas espirituales del Padre Wattson que habían acudido a la Plaza de San Pedro:
“Los Hermanos y Hermanas de la Expiación, que saludo cordialmente y que aliento a
proseguir en su especial entrega a la causa de la unidad. Todos tenemos el deber de
rezar y de obrar por la superación de toda división entre los cristianos respondiendo
al anhelo de Cristo ‘Ut unum sint’. La oración, la conversión del corazón,
el fortalecimiento de los vínculos de comunión forman la esencia de este movimiento
espiritual, que anhelamos pueda conducir pronto a los discípulos de Cristo a la celebración
común de la Eucaristía, manifestación de su unidad plena”.
Benedicto XVI ha
reiterado la importancia de la exhortación que san Pablo dirige a los tesalonicenses:
«No ceséis de orar», que el tema bíblico de la Semana de Oración de este año: “Con
esta invitación quiere hacer comprender que de la nueva vida en Cristo y en el Espíritu
Santo proviene la capacidad de superar todo egoísmo, de vivir juntos en paz y en unión
fraterna, de llevar cada uno de buen grado los pesos y los sufrimientos de los demás.
¡Nunca debemos cansarnos de rezar por la unidad de los Cristianos!”.
«Cuando
Jesús, durante la última Cena, rogó para que los suyos ‘sean uno’, tenía una finalidad
precisa: ‘para que el mundo crea’ (Jn 17,21)», ha recordado el Papa una vez más, subrayando
asimismo que «la misión evangelizadora de la Iglesia pasa por el camino ecuménico,
el camino de la unidad de fe, del testimonio evangélico y de la auténtica fraternidad».
Y tras el rezo mariano del ángelus y el responso por los fieles difuntos,
Benedicto XVI ha saludado como es tradicional en varias lenguas. Éstas han sido sus
palabras en español: Saludo a los peregrinos
de lengua española, particularmente a los fieles de las parroquias de san Pablo y
san Juan Bautista de Archena, Murcia. En esta semana de oración por la unidad de los
cristianos, invito a todos a intensificar las plegarias para obtener el don de la
plena comunión de cuantos creen en Cristo. ¡ Feliz domingo!
Al concluir
los saludos, Benedicto XVI ha permanecido asomado a la ventana de su despacho privado
en el Vaticano agradeciendo nuevamente las múltiples muestras de afecto que los presentes
en la plaza de san Pedro le han manifestado. A ellos, hablando de forma improvisada,
el Pontífice se ha dirigido antes de retirarse con estas palabras: “A todos vosotros
os deseo una buena semana. Sigamos adelante con este espíritu de fraternidad, de amor
por la verdad y por la libertad, con el empeño común por una sociedad fraterna y tolerante.
Gracias a todos vosotros”.