El Papa saluda a los miembros de la Delegación del Pontificio Instituto Oriental y
recuerda a su venerado predecesor, Benedicto XV, que lo fundó hace 90 años
Jueves, 6 dic (RV).- Esta mañana en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el
Pontífice celebró un encuentro con los 280 miembros de la Delegación del Pontificio
Instituto Oriental. Al saludarlos, con ocasión del 90° aniversario de su fundación,
el Obispo de Roma manifestó su alegría y recordó que este Instituto fue querido por
el Papa que lo ha fundado, su venerado Predecesor Benedicto XV. Al respecto, Benedicto
XVI recordó que los tiempos de aquel Papa fueron tiempos de guerra, mientras él trabajó
tanto por la paz.
Y destacó que para asegurar la paz hizo diversos llamamientos,
y elaboró también, en el año 1917 en el que fue fundado este Pontificio Instituto
Oriental, un concreto plan de paz, un plan detallado que, lamentablemente –dijo Benedicto
XVI- no tuvo éxito. Sin embargo, agregó, para asegurar la paz dentro de la Iglesia,
él puso en acto entonces, en el curso de pocos meses, tres monumentos de inigualable
valor: la Congregación par la Iglesia Oriental, más tarde denominada “para la Iglesias
Orientales”; el Pontificio Instituto Oriental para el estudio de los aspectos teológicos,
litúrgicos, jurídicos y culturales, que componen el saber del Oriente cristiano; y
el Codex Iuris Canonici.
El Papa agradeció cordialmente la visita a estos queridos
amigos, y saludó a todos con afecto, comenzando por el cardenal Leonardo Sandri, Prefecto
de la Congregación para las Iglesias Orientales, a quien dio las gracias por los sentimientos
que el purpurado argentino expresó en nombre de los presentes. También saludó a los
demás cardenales, prelados y alumnos que forman parte de la Comunidad del Pontificio
Instituto Oriental. Y extendió su pensamiento afectuoso a cuantos, en estos noventa
años, han dado su contribución para hacer que su Instituto responda cada vez más a
las expectativas de la Iglesia y del mundo. El Pontífice aprovechó esta ocasión
para afirmar además que el Papa Benedicto XV, al cual se siente ligado de modo particular,
creó a distancia de cinco meses y medio la Congregación para las Iglesias Orientales,
el 1° de mayo, y el Instituto Oriental, el 15 de octubre. Y dijo que de esta iniciativa
se beneficiaron las Iglesias orientales católicas, gozando de un régimen más apto
a sus tradiciones, bajo la mirada de los Romanos Pontífices que jamás dejaron de manifestar
su solicitud con gestos de concreto apoyo, como por ejemplo, la invitación a tantos
estudiantes orientales para que vengan a Roma para crecer en el conocimiento de la
Iglesia universal.