La importancia de los campesinos en la protección del medio ambiente
Jueves, 29 nov (RV).- Los pagos selectivos a los campesinos pueden ser una forma para
proteger el medio ambiente al tiempo que se afronta la creciente preocupación creada
por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la falta de agua, aseguró la
FAO en la presentación de su informe anual sobre el estado mundial de la agricultura
y la alimentación en 2007.
El documento del organismo de Naciones Unidas para
la alimentación y la agricultura, advierte que el pago por servicios ambientales continúa
enfrentándose a grandes dificultades, y que en determinadas situaciones no siempre
constituye la mejor solución.
"La agricultura tiene el potencial -explica
el Director General de la FAO, Jacques Diouf en el prólogo al documento- de degradar
las tierras, el agua, la atmósfera y los recursos biológicos del planeta, o de mejorarlos,
en función de las decisiones que tomen los más de dos mil millones de personas cuyos
medios de vida dependen directamente de los cultivos, la ganadería, la pesca o los
bosques. Por ello es esencial que estas personas cuenten con los incentivos adecuados".
Y
es que la agricultura es un bien fundamental como recordó Juan Pablo II en México
ante los campesinos del país: “Los campesinos –dijo- cumplís cabalmente el mandato
del Señor de cultivar la tierra para que produzca alimentos necesarios al sustento
de todos. La solución a vuestros problemas del campo requiere la colaboración solidaria
de todos los sectores de la sociedad”.
En este sentido, la FAO recuerda que
el aumento de la población, el rápido desarrollo económico, la creciente demanda de
biocombustibles y el cambio climático están ejerciendo una gran presión sobre el medio
ambiente en todo el mundo. Por ejemplo, la agricultura tiene el reto de alimentar
a una población mundial que pasará de seis a nueve mil millones de personas en 2050.
Una de las razones principales para la degradación medioambiental es la percepción
de que la mayoría de los servicios que nos presta la naturaleza son gratuitos. No
son propiedad de nadie y no hay que pagar a nadie por ellos, y los campesinos reciben
escasos incentivos para protegerlos. Además, los subsidios que fomentan la producción
de productos comerciales a expensas de otros servicios medioambientales pueden agravar
su degradación.
Los campesinos pueden alcanzar mejores resultados medioambientales,
pero necesitan ser incentivados para ello. El pago por servicios ambientales representa
una forma de incrementar los incentivos para las prácticas agrícolas adecuadas, y
a menudo para compensar la contaminación generada por otros sectores. Sin embargo,
"en algunos casos los pagos pueden tener también efectos adversos en la pobreza y
la seguridad alimentaria, sea a través de una reducción del empleo agrícola o en la
subida de los precios de los alimentos", indicó Diouf.
Los campesinos deberán
desempeñar un importante papel para mitigar los efectos del cambio climático, según
indica el informe de la FAO. La agricultura tiene un rol fundamental como "sumidero",
ya que retiene y almacena los gases responsables del efecto invernadero, en especial
en forma de carbono en el suelo, plantas y árboles. La menor deforestación, la plantación
de árboles, la reducción del laboreo, el incremento de la cubierta vegetal y la correcta
gestión de los pastizales pueden, por ejemplo, llevar al almacenamiento de más de
dos mil millones de toneladas de carbono en nos 50 países entre 2003 y 2012. Si
se proyectan de forma adecuada, los programas de pago por servicios ambientales pueden
beneficiar igualmente a muchos de los más de mil millones de pobres en los países
en desarrollo y que viven en ecosistemas frágiles. Por ello es necesario realizar
con gran cuidado la selección de los campesinos, así como el control de la entrega
de los servicios ambientales".