Escuchar el programa Viernes, 23 nov
(RV).- En toda américa latina, y en todo el mundo, con seguridad se vieron las imágenes
de un joven español agrediendo en un tren a una jovencita ecuatoriana. Un hecho desde
todo punto de vista inaceptable que una vez más hizo explicito el tema del racismo
y la discriminación que se vive en casi todas nuestras sociedades.
La discriminación
y agresión por motivos xenófobos es un fenómeno más frecuente de lo que parece y de
lo que las mismas sociedades reconocen, pese a que solo lo practica una minoría de
la población, pero todos estos hechos evidencian la presencia creciente del tema,
tal como lo alertan diferentes asociaciones de defensa de los derechos de las personas,
entidades que registran una alta cantidad de denuncias de diversos grupos sociales
por racismo.
El anuario de la Oficina de Información y Denuncias de SOS
Racisme, en España señala por ejemplo que de las 534 personas que se dirigieron a
esa ONG en 2006, 158 concretaron una denuncia por insultos, abusos, discriminación
o agresión de tipo xenófobo.
Y es que no cabe duda que muchas de las personas
que son agredidas, insultadas, abusadas o maltratadas por su origen, quedan traumatizadas
y requieren atención psicológica, como le sucede a muchos ciudadanos que tras aguantar
de forma continuada los insultos y vejaciones a los que son sometidos por otras personas
por el simple hecho de ser sudamericano, de raza negra, o tener facciones indígenas,
o sencillamente ser diferentes. Si antes las agresiones racistas las protagonizaban
sobre todo grupos de extrema derecha, ahora este comportamiento está salpicando a
otros sectores de la población que no se enmarcan dentro de esos grupos ultras.
Saber
con exactitud el alcance de este tipo de sucesos, es prácticamente imposible, pues
en muchos casos no se denuncian los atropellos por miedo y por eso no se conocen,
no salen a la luz, no se dan a conocer ni siquiera de manera fortuita como sucedió
en el caso de la joven ecuatoriana.
Diversos movimientos en el mundo han
venido realizando trabajos de sensibilización sobre el tema, denuncias y acompañamiento
a las comunidades víctimas de la xenofobia. Sin embargo el tema recobra fuerza en
los últimos tiempos, pues se extiende en un claro rechazo a las personas que simplemente
son diferente, a los otros distintos a mi, independiente de sus cualidades y condiciones.
Lamentablemente esta mirada del mundo, del ser humano hace de la diferencia
un defecto, algo que restar, y no como es en realidad una riqueza, algo maravilloso
que nos complementa y alimenta de múltiples formas y enfoques, maneras y sentidos,
es la riqueza del ser humano.
El tema no es sólo importante para las entidades
que se encargan de documentar las denuncias de los ataques y violaciones, desde el
ámbito jurídico. El tema de la xenofobia -según las entidades que hacen seguimiento
al tema- no cuenta con mucho respaldo, pues la mayoría de las denuncias se tramitan
como faltas y no como delitos, lo que determina el parámetro de la gravedad de las
lesiones como menores, y a su vez imposibilita aplicar el agravante de racismo, aunque
la motivación del ataque así lo sea, lo que en muchos casos lleva a que estas conductas
queden impunes.