El nuncio apostólico de España defiende los derechos de los migrantes y refugiados
Viernes, 9 nov (RV).- Los derechos de los migrantes y los refugiados, de los menores
de edad y de las mujeres han sido los temas centrales de la intervención del arzobispo
Manuel Monteiro de Castro, nuncio apostólico en España y jefe de la delegación de
la Santa Sede en la Conferencia de ministros europeos de Justicia, que ha tenido lugar
en Lanzarote, en el ámbito del Consejo de Europa.
El arzobispo aplaudió
esta reunión como “una ocasión oportuna para reflexionar sobre las condiciones y las
modalidades de acceso a la justicia de categorías de personas vulnerables”, como los
migrantes, los solicitantes de asilo y los menores, “para que sus derechos sean tutelados
y se prevenga o se eliminen eventuales formas de discriminación”.
El prelado
subrayó que “somos concientes de que estas personas, en el continente europeo, de
una forma o de otra, sufren formas de exclusión y disparidad de trato en el campo
laboral, de la educación y la formación, o de la salud”. En el mismo contexto Mons.
Monteiro denunció la explotación y los abusos, también sexuales, de mujeres y menores.
“Se trata de circunstancias penosas que implican a personas indefensas, las más débiles
y las que viven lejos de sus países, la mayoría de las veces sin haberlo elegido”.
Según
el arzobispo, las razones por las que se limita e incluso se niega el acceso a la
justicia de estas personas las encontramos en la sensibilidad de los individuos.
Y para desenraizar estas formas de intolerancia es necesario purificar y renovar los
corazones. Sólo entonces será posible modificar el panorama legislativo, los procesos
judiciales y las garantías procesales que a menudo privan a los migrantes y menores
de edad de su dignidad de personas, obstaculizando sus aspiraciones y negando sus
derechos y libertades.
La Santa Sede “considera tales situaciones como
una flagrante contradicción de los valores fundamentales de la cultura europea” y
se corre el riesgo de transformar las reglas esenciales de la convivencia en una simple
legalidad formal. Mons. Monteiro de Castro definió además la justicia como sinónimo
del respeto al prójimo, participando en sus aspiraciones y necesidades.