2007-10-29 15:46:50

Religiones y diálogo entre culturas


Lunes, 29 oct (RV).- El turismo es, como recordó el Papa Benedicto XVI, “un fenómeno social muy relevante en el mundo contemporáneo”. El Papa renovó el deseo de que “el turismo vaya acompañado siempre por el respeto a las personas y las culturas, y favorezca el diálogo y la comprensión”.

Y así es, porque el turismo no sólo fomenta el desarrollo económico, sino que tiene también un gran potencial para contribuir a la mejora de las relaciones entre distintas naciones, pueblos, culturas y religiones. Precisamente bajo esta perspectiva hoy se ha inaugurado la Conferencia sobre Religiones y Diálogo entre Culturas en Córdoba, España. El ciclo de debates promovido por la Organización Mundial del Turismo en colaboración con el Gobierno español se prolongará hasta el próximo 31 de octubre. Con esta cita el objetivo es analizar las relaciones entre turismo y religiones, con la finalidad de optimizar sus sinergias e interacciones, apuntando hacia el turismo como factor de diálogo intercultural e interreligioso.

Asimismo se pretende ofrecer orientaciones y dar consejos a los gobiernos, autoridades religiosas y operadores turísticos sobre el desarrollo y la gestión del turismo con motivaciones religiosas o asociado a lugares del patrimonio religioso.

Los movimientos turísticos internacionales no cesan de crecer, mientras los destinos turísticos se diversifican geográficamente alcanzando a todas las culturas y civilizaciones. Solamente entre los años 2000 y 2006, el turismo internacional creció de 684 millones a 846 millones de llegadas, y la OMT prevé una cifra cercana a los 1.600 millones para el año 2020. Al mismo tiempo, las religiones impulsan a las personas a viajar, y los viajes por motivos religiosos se han multiplicado en los últimos decenios gracias a la facilitación del transporte y a la expansión del alojamiento hotelero que han acompañado el desarrollo del turismo en los finales del siglo XX y principios del siglo XXI.

Entre las motivaciones religiosas que dan lugar a viajes turísticos se cuentan las peregrinaciones, el cumplimiento de promesas, las celebraciones religiosas, las visitas a edificios o monumentos notables de carácter religioso y los ofrecimientos a divinidades.

En un contexto geopolítico en el que no escasean las tensiones internacionales - tensiones que, en muchos casos, obedecen precisamente a la falta de entendimiento cultural y religioso-, el turismo puede aportar una contribución efectiva por ser uno de los pocos sectores que inciden tanto en el desarrollo sostenible como en el entendimiento internacional.

«El turismo es un mecanismo que hace posibles los encuentros de persona a persona; éstos, a su vez, fomentan el entendimiento de las diferencias entre las sociedades. El turismo permite establecer vínculos entre personas que, de otro modo, seguirían considerándose unas a otras con cautela y desconfianza. En resumen, el turismo es capaz de contribuir a un diálogo entre civilizaciones que puede llevarnos a un mundo de paz estable y duradera», declaró el Secretario General de la OMT, Francesco Frangialli.

Por ser una actividad transversal a la mayoría de los sectores de la economía, el turismo puede servir de denominador social común. El intercambio intercultural al que da lugar contribuye al enriquecimiento de las civilizaciones y puede salvar las brechas que separan a las personas y sus puntos de vista.
 Todo esto está en el núcleo de la reunión internacional de Córdoba, que congregará a agentes públicos y privados, comunidad académica y dirigentes religiosos de todos los credos, que han confirmado ya su participación.







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