Nápoles: en su encuentro con los líderes religiosos el Papa reafirma la importancia
de confirmar que jamás las religiones pueden ser vehículos de odio, “en un mundo lacerado
por los conflictos donde a veces se justifica la violencia en nombre de Dios”
Domingo, 21 oct (RV).- En el encuentro que Benedicto XVI ha mantenido en Nápoles,
con los jefes de las distintas delegaciones que participan en el encuentro internacional
por la paz, ha subrayado que: “Jamás, invocando el nombre de Dios, se puede justificar
el mal y la violencia”.
Tras la Santa Misa en la plaza del Plebiscito, el Papa
se ha trasladado, también en coche panorámico, al Seminario arzobispal de Capodimonte
donde ha tenido un encuentro, en el Aula Magna del Seminario, con los jefes de las
distintas delegaciones que participan en el encuentro internacional por la paz, como
les hemos dicho. Tras saludar a las personalidades presentes en Nápoles con motivo
del XXI encuentro sobre el tema: “Por un mundo sin violencia – Religiones y culturas
en diálogo” así como al cardenal Sepe y a la Comunidad de San Egidio, el Papa les
ha manifestado que este encuentro idealmente aludía al de Juan Pablo II en Asís en
1986 en el que invitó a rezar por la paz. También Benedicto XVI ha recordado la nueva
convocatoria de su predecesor en Asís tras los dramáticos acontecimientos del 11 de
septiembre del 2001 para pedir a Dios que paralizara las graves amenazas que corría
la humanidad, especialmente a causa del terrorismo”.
“En el respeto de las
diferencias de las varias religiones, les ha dicho textualmente Benedicto XVI, todos
estamos llamados a trabajar por la paz y en un compromiso de hecho para promover
la reconciliación entre los pueblos. Este es el auténtico “espíritu de Asís”, que
se opone a toda forma de violencia y de abuso de la religión como pretexto para la
violencia”. Ante un mundo lacerado por los conflictos, donde tal vez se justifica
la violencia en nombre de Dios, es importante confirmar que jamás las religiones pueden
convertirse en vehículos de odio; jamás, invocando el nombre de Dios, se puede justificar
el mal y la violencia”.
La Iglesia católica continuará recorriendo el camino
del diálogo para favorecer el entendimiento entre las diversas culturas, tradiciones
y sabidurías religiosas. Deseo vivamente que este espíritu se difunda cada vez más
allí donde son más fuertes las tensiones, allí donde la libertad y el respeto por
el otro es negado y allí donde a hombres y mujeres sufren las consecuencias de la
intolerancia y de la incomprensión.
A la una y media, Benedicto XVI ha almorzado
con los cardenales, obispos de la región de la Campania, participantes al encuentro
internacional y séquito papal en el mismo Seminario de Capodimonte. Después de un
breve descanso, a las cuatro, el Santo Padre se trasladará a la catedral de Nápoles,
donde adorará el Santísimo Sacramento y venerará las reliquias de san Genaro, patrono
de Nápoles. Está previsto que el Pontífice regrese al Vaticano en helicóptero en
torno a las 6 y media de la tarde. Este es la octava visita pastoral en Italia de
Benedicto XVI, en 2 años y medio de Pontificado.