Entrevista al Rector Magnífico de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz
Martes, 16 oct (RV).- Como suele ser por estas fechas, mientras se acerca el tradicional
encuentro del Papa con los universitarios de los Pontificios Ateneos Romanos, con
motivo del comienzo del año académico, cada una de estas universidades está celebrando
su respectiva inauguración. Como se hizo en la Pontificia Universidad de la Santa
Cruz. El acto dio comienzo con la solemne Santa Misa votiva del Espíritu Santo, presidida
por el Prelado del Opus Dei y Gran Canciller de este Ateneo romano.
«Acompañamos
al Santo Padre con amor filial, con nuestra oración y con nuestro trabajo», enfatizó
Mons. Javier Echevarría en su homilía. Luego, al final de la Santa Misa, en el Aula
Magna Juan Pablo II, el Rector Magnífico, Mons. Mariano Fazio presentó una relación
sobre las actividades de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, durante el pasado
año académico y afirmó que considera un privilegio, aún más una gracia de Dios, el
poder desarrollar este trabajo en Roma, durante el pontificado de Benedicto XVI. Pues
«su iluminado magisterio nos hace tomar conciencia de que la continua interacción
de la fe y la razón amplía la visión del hombre y lo hace capaz de percibir las soluciones
apropiadas para los graves problemas de nuestro tiempo».
Le pedimos a Mons.
Fazio que nos hable, precisamente, sobre el importante acto académico con el que
se inauguró el nuevo año académico de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz:
«Todos con Pedro
a Jesús con María», exhortó Mons. Javier Echevarría, indicando cuál debe ser la actividad
de este Pontificio Ateneo y poniendo de relieve «cuán importantes son estas palabras
hoy». Al declarar inaugurado el nuevo año académico, el Prelado del Opus Dei y Gran
Canciller de la Universidad de la Santa Cruz, hizo hincapié en la misión de este ateneo,
al servicio de la Iglesia, a través de las actividades didácticas y de investigación
en las disciplinas sacras. «En sincero diálogo con la cultura y la sociedad contemporánea,
marcada, como señala Benedicto XVI, por una crisis de cultura y de identidad, que
estos últimos decenios presentan ante nuestros ojos. Y la Universidad es uno de los
lugares más cualificados para intentar encontrar los caminos oportunos para salir
de esta situación». Mons. Fazio, nos habla también sobre esta homilía:
En el año académico
2006-2007, los alumnos inscritos en esta universidad fueron más de mil quinientos,
provenientes de 79 países, de los cinco continentes. Los universitarios de América
Latina representan un número importante. Mons. Fazio evoca el Documento de Aparecida
y el tema y plan pastoral de los obispos latinoamericanos y del Caribe, «Discípulos
y Misioneros de Cristo. Para que nuestros pueblos en Él tengan vida» y su aplicación
en el mundo universitario: