El cardenal Carlos Amigo ofrece una oración llena de profunda gratitud por el rey y por la Casa Real Española

Viernes, 12 oct (RV).- Esta mañana el cardenal Carlos Amigo ha presidido la Celebración Eucarística en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat de Roma con motivo de la festividad de Nuestra Señora del Pilar, patrona de la Hispanidad. Han concelebrado con el arzobispo de Sevilla 30 sacerdotes y ha participado en la misma una numerosa representación diplomática, como los embajadores de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, y los de Italia, Gran Bretaña y numerosos países latinoamericanos. Junto al coro de Santa María la Mayor han participado en esta concurrida celebración religiosos, laicos y 25 caballeros de la Orden de San Clemente de Sevilla.

Esta Orden, nace como institución de la Iglesia el 23 de noviembre de 2004, día de San Clemente. En concreto es una institución privada de derecho privado de la Archidiócesis de Sevilla, dada de alta en el Ministerio de Justicia dentro de instituciones religiosas y con la aprobación de la Conferencia Episcopal. La Orden tiene tres clases de componentes: caballeros, comendadores y caballeros con gran cruz y caballeros con medalla de honor, caso del Cardenal de Sevilla.

Los estatutos marcan como fines de la Orden más importantes: colaborar con la acción evangelizadora de la Iglesia, con las instituciones diocesanas (seminario, parroquia, etc) y centros benéfico asistenciales (asociaciones contra la leucemia, inserción social de presos), colaboración con hermandades (acogida de niños bielorrusos, Centro de Estimulación Precoz, etc...) y como fin principal, la ayuda a los conventos de clausura.

El cardenal Carlos Amigo nos anticipó antes de la celebración algunos de los puntos fundamentales de su homilía.

 En la Solemnidad del Pilar, el arzobispo de Sevilla quiso subrayar además la importancia que Benedicto XVI concede a la devoción a la Virgen María.