Gratitud y aprecio de Benedicto XVI al capítulo de la Basílica vaticana, que cada
día acoge a miles de peregrinos y turistas de todo el mundo
Lunes, 8 oct (RV).- Benedicto XVI ha expresado este lunes su profunda gratitud y aprecio
a los miembros del capítulo de la Basílica Papal de san Pedro, a los que ha recibido
en audiencia encabezados por el arcipreste, Mons. Angelo Comastri.
El Papa
ha evocado su presencia ininterrumpida como «clero orante, en la basílica vaticana
desde los tiempos de san Gregorio Magno: una presencia continua, queridamente discreta,
pero fiel y perseverante»: «He aquí la naturaleza propia del Capítulo Vaticano y la
contribución que el Papa espera de vosotros; recordar con vuestra presencia orante
ante la tumba de Pedro que no se debe anteponer nada a Dios; que la Iglesia está orientada
enteramente hacia Él, a su gloria. Que la primacía de Pedro está al servicio de la
unidad de la Iglesia y que ésta, a su vez, está al servicio del diseño salvífico de
la Santísima Trinidad».
Insistiendo en la necesidad de la oración, Benedicto
XVI ha puesto de relieve que confía en esta misión que desarrollan los miembros del
Capítulo de San Pedro: «Queridos y venerados hermanos, confío mucho en vosotros y
en vuestro ministerio con el fin de que la Basílica de San Pedro pueda ser un auténtico
lugar de oración, de adoración y de alabanza al Señor. En este lugar sagrado, a donde
cada día llegan miles de peregrinos y de turistas de todo el mundo, es más necesario
que en cualquier otro, que junto a la tumba de Pedro haya una comunidad estable de
oración, que garantice continuidad con la tradición y, al mismo tiempo, interceda
por las intenciones del Papa en el hoy de la Iglesia y del mundo».
Tras hacer
hincapié en que, el siglo pasado y, en particular, los últimos decenios, la actividad
del Capítulo en la vida de la basílica vaticana, se ha ido encaminando hacia el redescubrimiento
de sus verdaderas funciones originales - que consisten sobre todo en el ministerio
de la oración - el Santo Padre ha reiterado que «si la oración es fundamental para
todos los cristianos», para estos queridos hermanos es «una tarea, ‘profesional’».
Benedicto XVI ha recordado en este contexto, lo que dijo en su reciente viaje apostólico
a Austria, cuando visitó la abadía de la Santa Cruz.
«La oración es servicio
al Señor, el cual merece ser siempre alabado y adorado, y, al mismo tiempo es testimonio
para los hombres. Y allí donde se alaba y adora a Dios con fidelidad, no faltan sus
bendiciones», ha recordado también el Papa, invocando sobre los miembros del capítulo
de la basílica vaticana la protección de san Pedro y de san Juan Crisóstomo – cuyas
reliquias se conservan en la capilla del mismo capítulo – así como la de los otros
santos y beatos presentes en esta basílica. Benedicto XVI ha terminado su discurso
deseando que vele siempre sobre ellos la Virgen Inmaculada, cuya imagen, que se venera
en la capilla del Coro, fue coronada por el beato Pío IX, en 1854, y luego rodeada
de estrellas, cincuenta años después, en 1904, por san Pío X.