2007-09-27 16:33:54

Benedicto XVI rinde homenaje a Pablo VI, gran Pontífice que marcó la historia del siglo XX, y destaca la actualidad de sus enseñanzas


Jueves, 27 sep (RV).- Benedicto XVI recordó, en la tarde de ayer, «al Siervo de Dios Pablo VI, gran Pontífice, que marcó la historia del siglo XX, y que brindó a la Iglesia y al mundo un servicio precioso en tiempos no fáciles y en condiciones sociales caracterizadas por profundos cambios culturales y religiosos». Con motivo de un concierto en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo, en ocasión del 110 aniversario del nacimiento de su predecesor, el Santo Padre destacó la figura de este ilustre Papa, su sabiduría evangélica, su amor hacia la humanidad y la actualidad de sus enseñanzas: «Rendimos homenaje al espíritu de sabiduría evangélica con el que este amado predecesor supo guiar a la Iglesia durante y después del Concilio Vaticano II».

«Él percibió, con profética intuición las esperanzas y las inquietudes de los hombres de esa época. Se esmeró en valorizar sus experiencias positivas intentando iluminarlas con la luz de la verdad y del amor de Cristo, único Redentor de la humanidad. El amor que sentía por la humanidad con sus progresos, sus maravillosos descubrimientos, las ventajas de la ciencia y de la técnica, no le impidió, sin embargo, evidenciar también las contradicciones. Los errores y los riesgos de un progreso científico y tecnológico apartado de una referencia firme a los valores éticos y espirituales». Por lo tanto – insistió Benedicto XVI - la enseñanza de Pablo VI «sigue siendo actual hoy y constituye una fuente que nos ayuda a comprender mejor los textos conciliares y a analizar los eventos eclesiales que caracterizaron la segunda parte del siglo XX».

Benedicto XVI hizo hincapié en la prudencia, valentía, realismo, optimismo evangélico e inquebrantable fe de Papa Montini y en su anhelo de impulsar la ‘civilización del amor’, con la convicción de que la caridad evangélica es el elemento indispensable para construir una auténtica fraternidad universal. Herencia espiritual que acogieron sus sucesores: «Sólo reconociendo como Padre a Dios, que en Cristo ha revelado a todos su amor, los hombres pueden ser y sentirse realmente hermanos. Sólo Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, puede convertir el alma humana y hacerla capaz de contribuir a realizar una sociedad justa y solidaria. Sus sucesores han acogido la herencia espiritual del Siervo de Dios Pablo VI, y han seguido sus huellas. Recemos para que su ejemplo y sus enseñanzas sean para nosotros una exhortación y estímulo para amar cada vez más a Cristo y a la Iglesia, animados por la inquebrantable esperanza que sostuvo a Papa Montini hasta el final de su existencia».







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