Benedicto XVI rinde homenaje a Pablo VI, gran Pontífice que marcó la historia del
siglo XX, y destaca la actualidad de sus enseñanzas
Jueves, 27 sep (RV).- Benedicto XVI recordó, en la tarde de ayer, «al Siervo de Dios
Pablo VI, gran Pontífice, que marcó la historia del siglo XX, y que brindó a la Iglesia
y al mundo un servicio precioso en tiempos no fáciles y en condiciones sociales caracterizadas
por profundos cambios culturales y religiosos». Con motivo de un concierto en el Palacio
Apostólico de Castelgandolfo, en ocasión del 110 aniversario del nacimiento de su
predecesor, el Santo Padre destacó la figura de este ilustre Papa, su sabiduría evangélica,
su amor hacia la humanidad y la actualidad de sus enseñanzas: «Rendimos homenaje al
espíritu de sabiduría evangélica con el que este amado predecesor supo guiar a la
Iglesia durante y después del Concilio Vaticano II».
«Él percibió, con profética
intuición las esperanzas y las inquietudes de los hombres de esa época. Se esmeró
en valorizar sus experiencias positivas intentando iluminarlas con la luz de la verdad
y del amor de Cristo, único Redentor de la humanidad. El amor que sentía por la humanidad
con sus progresos, sus maravillosos descubrimientos, las ventajas de la ciencia y
de la técnica, no le impidió, sin embargo, evidenciar también las contradicciones.
Los errores y los riesgos de un progreso científico y tecnológico apartado de una
referencia firme a los valores éticos y espirituales». Por lo tanto – insistió Benedicto
XVI - la enseñanza de Pablo VI «sigue siendo actual hoy y constituye una fuente que
nos ayuda a comprender mejor los textos conciliares y a analizar los eventos eclesiales
que caracterizaron la segunda parte del siglo XX».
Benedicto XVI hizo hincapié
en la prudencia, valentía, realismo, optimismo evangélico e inquebrantable fe de Papa
Montini y en su anhelo de impulsar la ‘civilización del amor’, con la convicción de
que la caridad evangélica es el elemento indispensable para construir una auténtica
fraternidad universal. Herencia espiritual que acogieron sus sucesores: «Sólo reconociendo
como Padre a Dios, que en Cristo ha revelado a todos su amor, los hombres pueden ser
y sentirse realmente hermanos. Sólo Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, puede
convertir el alma humana y hacerla capaz de contribuir a realizar una sociedad justa
y solidaria. Sus sucesores han acogido la herencia espiritual del Siervo de Dios Pablo
VI, y han seguido sus huellas. Recemos para que su ejemplo y sus enseñanzas sean para
nosotros una exhortación y estímulo para amar cada vez más a Cristo y a la Iglesia,
animados por la inquebrantable esperanza que sostuvo a Papa Montini hasta el final
de su existencia».