2007-09-18 16:44:17

Declaración final del XII Congreso Mundial sobre pastoral de los Presos


Martes, 18 sep (RV).- El XII Congreso Mundial sobre pastoral de los Presos hace una decidida apuesta, en su Declaración final por una justicia que reconstruya, que proteja y que repare; una justicia que responsabilice a los infractores de sus hechos; una justicia que repare a las víctimas, tan frecuentemente ignoradas y olvidadas por el vigente sistema penal; una justicia que implique a la propia comunidad para facilitar el proceso de rehabilitación y, consiguientemente, reintegrar a la víctima y al infractor en su seno.

Los miembros de la Comisión Internacional de la Pastoral Penitenciaria Católica (ICCPPC), obispos, presbíteros, diáconos, religiosas, religiosos, personas consagradas y laicos de 62 países de todo el mundo, enviados por las respectivas Conferencias Episcopales se ha reunido recientemente en Roma en el ámbito de su XII Congreso Mundial, con el lema «Descubriendo el rostro de Cristo en cada persona presa».

La Declaración final denuncia, entre otras cosas, “que en bastantes países no se garantizan los derechos humanos de las personas presas; como tampoco se asegura su libertad religiosa y se obstaculiza a la Iglesia en la atención a las necesidades espirituales y materiales de las personas encarceladas”. Muchas cárceles están superpobladas, se cometen abusos contra los encarcelados y no se satisfacen sus necesidades básicas. En numerosas legislaciones aún subsiste la pena de muerte y otras condenas desmesuradas incompatibles con la dignidad humana.

Los miembros de la Comisión Internacional de la Pastoral Penitenciaria piden que se rectifiquen “estas expresiones inhumanas de crueldad institucional”, y exigen la abolición de la pena de muerte, el fin de toda forma de tortura y la observancia de las Reglas y Normas de las Naciones Unidas en la esfera de la prevención del delito y la justicia penal.

El Congreso se ha apoyado en el Mensaje del Papa Juan Pablo II para el Jubileo en las cárceles: «Jesús es compañero de viaje paciente, que sabe respetar los tiempos y los ritmos del corazón humano». Y de la misma forma se ha tenido muy en cuenta las exhortaciones de Benedicto XVI a los trabajadores del sector a «ser heraldos de la infinita compasión y del perdón de Dios».

En el mismo tono de denuncia, la declaración final subraya que “el vigente sistema de justicia criminal en muchos países fracasa en la satisfacción de las necesidades de la infancia en conflicto con la ley, así como de los grupos de población especialmente vulnerable como las personas con enfermedades mentales, drogodependientes, extranjeras o ancianas”. En este sentido se solicita que las leyes, los programas y los sistemas se pongan al servicio de la atención de las necesidades de estos colectivos.

Identificándose con las palabras de Juan Pablo II: «el mundo no necesita muros sino puentes», los miembros de la Comisión Internacional de la Pastoral Penitenciaria denuncian que “las leyes penales y de extranjería son abusivas.







All the contents on this site are copyrighted ©.