El Papa responde a los jóvenes recordando que en Cristo encontrarán la respuesta a
las preguntas más íntimas de su corazón
Sábado, 1 sep (RV).- Benedicto XVI se encuentra en Montorso de Loreto en ocasión del
Ágora de los jóvenes italianos, con los que permanecerá hasta mañana. Nada más llegar
a esta localidad italiana, el Pontífice se trasladó a la explanada donde lo esperaban
miles de jóvenes llegados de todas las regiones de Italia y de Europa. Una imagen
emocionante que demuestra una vez más la cercanía del Papa con los más jóvenes. Durante
la Vigilia de oración con los jóvenes el Papa ha tenido la ocasión de escuchar varios
testimonios de algunos de los presentes. Varios jóvenes han expuesto al Pontífice
los principales problemas de los jóvenes en la sociedad actual: fracaso escolar, embarazo
juvenil, peleas, soledad, anorexia… De ahí que Benedicto XVI haya aprovechado esta
cita con los jóvenes, en preparación de la próxima Jornada Mundial de la Juventud
2008 en Sydney, Australia, para dar respuesta a algunas de estas inquietudes.
Éste
ha sido precisamente uno de los momentos que los jóvenes han esperado con más anhelo
durante su encuentro con el Santo Padre: la exposición de preguntas al Pontífice.
Benedicto XVI ha contestado con esmero, dedicando a los jóvenes palabras de aliento
y esperanza y recordándoles que son ellos el futuro de la Iglesia del mañana.
Ante
la afirmación de un joven del miedo que siente su generación por lo que les pueda
deparar el futuro -por no llegar a ser nadie, por no saber dónde está el lugar de
cada uno-, el Pontífice ha respondido recordando que para Dios “todos estamos en el
centro”, porque “a todos nos ama por igual” y porque todos estamos llamados a cumplir
“grandes cosas, cada uno en base a su vocación”.
“Queridos chicos y chicas
–ha dicho el Papa- en nombre de Jesús, con fuerza os quiero repetir esta noche: ¡Id,
vivid, amad! –ha exclamado- A los ojos de Dios, cada uno de vosotros es importante.
Sois importantes para vuestras familias, para vuestros amigos, para vuestros educadores,
para todos aquellos a quien queréis, para vuestro país, para el mundo entero, para
la Iglesia, para Jesucristo”.
En relación al futuro, el Papa ha recordado a
los jóvenes, que ellos están llamados a ser “protagonistas”, no simples actores secundarios.
“Si miráis hacia delante –les ha instado el Pontífice- descubriréis con felicidad
que el futuro está encerrado en vuestra capacidad de responder a la invitación de
Cristo a amar sin reservas”. Por este motivo Benedicto XVI ha exhortado a los jóvenes
a que no se sientan marginales, “porque no hay vida que no sea importante, sentíos
realmente importantes, protagonistas, porque estáis en el centro del amor de Dios”.
Tras
responder a esta primera pregunta, Benedicto XVI ha escuchado atentamente a otro joven,
que ha señalado que el problema de los jóvenes de hoy es que no encuentran respuestas
a sus preguntas. Benedicto XVI ha respondido diciendo con certeza una cosa: en Cristo
encontraréis la respuesta a las preguntas más íntimas de vuestro corazón, porque Él,
sólo Él, es capaz de haceros realmente libres y capaces de amar”. En este sentido
el Papa ha señalado a los jóvenes que si éstos se quedan con Jesús, “no tenéis que
temer nada, porque, incluso cuando Él parece que esté mudo frente a vuestras preguntas,
os está cerca, es más, os coge de la mano”. Ante esta llamada a seguir a Jesucristo,
el Papa ha recordado que son los jóvenes los que Le tienen que proclamar y testimoniar
su propia fidelidad, pero no imponiéndola a los demás, porque “proponer a Cristo –ha
exclamado el Pontífice- no significa imponerlo”, sino que lo tienen que hacer con
dulzura, “nunca con violencia o coerción, porque allí donde hay violencia y coerción,
no está Cristo. Sed jóvenes de fuerte personalidad: esto es lo que espera de vosotros
el Papa; esto es lo que esperan de vosotros vuestros Obispos, vuestra familias y la
sociedad actual”.