Encuentro del Papa con el clero de las diócesis de Belluno y Treviso: «Hemos hablado
de Dios, de la Iglesia, de la humanidad de hoy y del hecho que la Iglesia somos nosotros
mismos y que en este camino debemos colaborar todos»
Martes, 24 jul (RV).- «Hemos hablado de Dios, de la Iglesia, de la humanidad de hoy
y, sobre todo, del hecho que la Iglesia somos nosotros mismos y que en este camino
debemos colaborar todos». Así sintetizó el mismo Benedicto XVI el anunciado encuentro
que ha celebrado esta mañana con el clero de las diócesis de Belluno y Treviso, en
la iglesia de santa Justina mártir en la pequeña localidad de Auronzo, cerca de Cadore.
Al salir de esta iglesia, el Papa saludó a las numerosas personas que ya le
habían acogido a su llegada con grandes muestras de cariño y aplausos. E improvisando
unas palabras, Benedicto XVI afirmó que «después de este bellísimo encuentro con vuestros
sacerdotes, quiero saludar a todos vosotros de todo corazón y con gran alegría, en
esta bellísima tierra de los dolomitas».
«Aquí puedo descansar no sólo el
cuerpo, sino también el alma». Respirar no sólo este aire fresco del Creador, sino
también el aire de la amistad y de la cordialidad, de la que me siento muy agradecido»,
ha añadido Benedicto XVI antes de emprender su regreso a Lorenzago, donde permanecerá
hasta el próximo viernes.
Como decíamos, miles de personas se habían congregado
fuera de la iglesia de santa Justina para esperar ya desde temprano esta mañana al
Santo Padre, que se detuvo a saludar a un grupo de enfermos y minusválidos y luego
entró en el templo donde le esperaban unos 400 sacerdotes, encabezados por los obispos
de Belluno y Treviso.
Marcado por un clima de comunión, el encuentro ha dado
comienzo con el rezo de la hora media. Luego el Papa fue respondiendo a las preguntas
de los sacerdotes sobre los desafíos pastorales que se presentan en la actualidad.
Un amplio abanico de temas, enlazados con la juventud, la familia y la inmigración.