Benedicto XVI alienta a promover el canto popular espiritual, joya de la identidad
europea que se afianza en las raíces cristianas, y «un compromiso en favor de la paz»
Sábado, 21 jul (RV).-Benedicto XVI ha recordado la importancia de cultivar y promover
la belleza del canto popular espiritual - joya de la identidad europea, que se afianza
en las raíces cristianas - dando gracias a Dios que nos ama e impulsando sin cesar
la paz en el mundo. Agradeciendo el concierto que le ofrecieron anoche siete coros
alpinos, dedicado a la espiritualidad de la montaña, el Santo Padre recordó unas palabras
de san Agustín, subrayando que el canto es expresión del amor.
Tras manifestar
su gran aprecio por esta forma tan elevada de cultura que, a través de los coros,
canta en acción de gracias al Creador de la vida, la alegría de vivir - que percibimos
mejor a la luz de nuestra fe - el Papa recordó que «la educación al canto y a cantar
en coro no es sólo un ejercicio del ‘oído exterior’ y de la voz». Es también un «ejercicio
del ‘oído interior’ y una educación a la vida y a la paz. A caminar juntos, teniendo
en cuenta al prójimo». Refiriéndose a las palabras del obispo de Belluno, que había
recordado que hace 90 años esa montaña, durante el primer conflicto mundial fue teatro
terrible y cruento de guerra, Benedicto XVI ha exhortado a agradecer a Dios por la
paz en Europa y a impulsarla en nuestros corazones y en todo el mundo: «Demos gracias
a Dios porque ahora hay paz en nuestra Europa y hagamos todo lo posible para que crezca
la paz en todos nosotros, para que crezca la paz en el mundo. Y estoy seguro de que
precisamente esta bella música es un compromiso en favor de la paz y una ayuda para
vivir en paz».
Antes de asistir a este concierto de coros alpinos, organizado
por el obispo de Belluno, el Santo Padre salió de paseo en la tarde de ayer por un
sendero del bosque que rodea Lorenzago di Cadore que lleva al denominado ‘Parque de
los Sueños’. Tras detenerse a rezar ante una pequeña imagen de la Virgen de Medjugorie
el Papa saludó a algunas personas que iba encontrando por el camino y regresó al chalet
donde se aloja.