Radio Vaticano absuelta del delito de “emisión de sustancias peligrosas”
Martes, 5 jun (RV).- La I Sección Penal de la Corte de Apelación de Roma publicó la
sentencia de segundo grado del proceso contra Radio Vaticano por presunta contaminación
electromagnética producida por el Centro Transmisor de Santa María di Galeria. La
sentencia, acogiendo la petición de la Defensa de Radio Vaticano, ha absuelto al Cardenal
Roberto Tucci, quién fuera Presidente del Comité de Gestión de la Emisora, al Padre
Pascuale Borgomeo, ex Director General, del delito de “emisión de sustancias peligrosas”
por parte de la emisora vaticana.
Sobre esta sentencia el Director General
de Radio Vaticano el padre Federico Lombardi ha manifestado que es una buena noticia
en la que se restablece la confianza en la justicia italiana, convencidos como siempre
lo hemos estado de haber actuado de manera responsable tanto desde el punto de vista
del respeto del derecho, como el del bien y el de la salud de todos comenzando por
los trabajadores de Radio Vaticano y de las poblaciones circundantes.
Esta
sentencia, añade el padre Lombardi, contribuye ciertamente a corregir perspectivas
distorsionadas y críticas no justificadas respecto a nosotros. Pero con esta sentencia
no concluye el caso. Hay quién ha anunciado ya recurso al Tribunal Supremo contra
la sentencia – cosa que no nos extraña por el ensañamiento acusatorio del que hemos
sido objeto desde hace años; y además está en curso otro procedimiento distinto en
el que Radio Vaticano está acusada específicamente de haber causado daños a la salud.
Por lo tanto es menester afirmar aquello que es más importante para nosotros,
que no es la absolución, que para algunos puede parecer formal, sino un restablecimiento
de la verdad de las cosas, es decir que estamos siempre preocupados por observar las
más serias normas italianas a este respecto) y que por lo tanto no existe ningún motivo
fundamentado para pensar que nuestra actividad haya sido o sea nociva para alguien.
Voces
autorizadas de la ciencia están de acuerdo con nosotros en esta visión de las cosas.
No deseamos solamente poder hacer con serenidad nuestro trabajo, deseamos también
y todavía antes que nadie tenga motivos para sufrir y de preocuparse a causa de ello.
Si podemos después colaborar con las instituciones italianas y con la colectividad
en este fin lo haremos siempre con gusto.