El Santo Padre resalta el encuentro personal y comunitario con Jesucristo crucificado
y resucitado, sin el cual la fe queda como algo superficial y estéril
Jueves, 24 may (RV).- «Para todo creyente y toda comunidad eclesial es importante
el encuentro con Jesucristo crucificado y resucitado. Sin esta experiencia personal
y comunitaria, sin una íntima amistad con Jesús, la fe queda como algo superficial
y estéril». Lo recordaba Benedicto XVI, en la tarde de ayer, después de la ejecución
del Oratorio Sacro Resurrexi, que los obispos italianos, reunidos en asamblea general,
le ofrecieron con motivo de su 80 cumpleaños, celebrado el mes pasado, y para culminar
la visita ad limina, que han realizado recientemente.
Agradeciendo la magistral
ejecución de esta «composición musical y poética, caracterizada por un armónico enlace
entre expresividad artística y simbología espiritual, melodía y estimulantes impulsos
para la meditación», el Papa ha destacado la importancia del tema - la Resurrección
de Cristo. En estos días, al concluir el tiempo pascual, ante la celebración del
próximo domingo, de la solemnidad de Pentecostés, Benedicto XVI manifestó su deseo
de que este Oratorio «nos ayude a madurar en la fe».
«En la Pascua de Cristo
se anticipa la vida nueva del mundo resucitado», recordó también el Santo Padre, haciendo
hincapié luego en que «si estamos firmemente persuadidos de ello», nuestro testimonio
evangélico será más consciente y nuestro celo apostólico será más ardiente.