2007-05-22 16:20:49

Santa Sede-OMS: llamamiento para que los pobres del mundo cuenten con el acceso legítimo a la asistencia sanitaria


Martes, 22 may (RV).- Con un apremiante llamamiento a la comunidad internacional, para que se ponga en marcha y se aplique una solidaridad concreta, con el fin de que los pobres del mundo cuenten con el acceso legítimo a la asistencia sanitaria, el Observador Permanente de la Santa Sede ante la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra, intervino en la 60 Asamblea Mundial de la Salud.

El Arzobispo Silvano Tomasi destacó la urgencia de reducir el coste de los medicinales y denunció la trágica muerte anual de más de diez millones y medio de niños, menores de cinco años. Víctimas de enfermedades, que en los adultos son tratables, pero para las cuales todavía no hay dosis y fórmulas apropiadas a tratamientos pediátricos.

Reiterando la exhortación de Benedicto XVI para que los pueblos de África no queden en el olvido, Mons. Tomasi hizo hincapié también en la urgente necesidad de hacer todo lo posible para ayudar a África en lo que se refiere al abastecimiento de estructuras que garanticen la debida asistencia sanitaria a la población. Y, sobre todo, para que puedan afrontar las grandes y graves pandemias que asolan al continente. Teniendo en cuenta las emergencias que plantean la tuberculosis, la malaria y el virus de inmunodeficiencia humana, causa determinante del SIDA.

En su densa intervención, en nombre de la Santa Sede, el prelado aseguró que «muchas de las amenazas a la seguridad sanitaria causadas por estas enfermedades podrían afrontarse de manera adecuada si la familia humana en su conjunto adoptara programas de acción asequibles para promover una investigación, vacunación, tratamiento y educación preventiva que respeten la ley moral natural».

Recordando que Benedicto XVI ha subrayado «la necesidad de promover la justicia social en este sector tan delicado del tratamiento y el cuidado de los enfermos para asegurar una justa distribución de recursos necesarios para la investigación y el tratamiento», Mons. Tomasi se refirió a la próxima cumbre del grupo de los siete países más industrializados y Rusia - G8 -, que se celebrará en junio en Alemania.

Citando la carta que el Papa envió con tal motivo a la señora Merkel, canciller alemana, Mons. Tomasi recordó precisamente que Benedicto XVI ha señalado que «se necesita una inversión importante de recursos en la investigación para desarrollar medicinas contra el sida, la tuberculosis, la malaria y otras enfermedades tropicales». Una vez más, la Santa Sede ha señalado que «hace falta también que la tecnología médica y farmacéutica y los tratamientos sean asequibles, sin imponer condiciones legales o económicas».

Y, al concluir su intervención, el Arzobispo Tomasi aseguró que durante esta asamblea y la consiguiente puesta en práctica de sus resoluciones, la delegación de la Santa Sede «insistirá en el concepto de salud enraizado en una antropología respetuosa del ser humano en su integridad y que va más allá de la ausencia de enfermedad» y que se basa en «el equilibrio de las fuerzas físicas, emotivas, espirituales y sociales que componen el ser humano».

El arzobispo felicitó a la nueva directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, y elogió que el interés primordial durante su mandato fuera «la salud de las mujeres y de los pueblos de África». Recordando al mismo tiempo que la Iglesia Católica ha estado siempre en primera línea ayudando a la mujer a «armonizar su bienestar físico, psicológico y social con los valores morales y espirituales», ya que «está convencida de la igual dignidad y complementariedad dada por Dios a hombres y mujeres».







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