Regina Coeli: en su llamamiento a las autoridades palestinas, al gobierno israelí
y a la comunidad internacional, el Papa pide diálogo, moderación y multiplicación
de los esfuerzos en favor de la reanudación de las negociaciones de paz
Domingo, 20 may (RV).- Benedicto XVI ha hecho hoy un llamamiento a la responsabilidad
de todas las autoridades palestinas, para que “a través del diálogo, reemprendan el
fatigoso camino del entendimiento, neutralizando a los violentos” y ha invitado a
la moderación al gobierno israelí, al mismo tiempo que ha exhortado a la comunidad
internacional a multiplicar sus esfuerzos en favor de la reanudación de las negociaciones.
El
llamamiento del Santo Padre se produce en un momento de particular violencia en la
región de Oriente Medio con el enfrentamiento entre facciones palestinas y la declaración
del estado de excepción en el sur de Israel, ante la eventualidad de que continúen
los ataques con cohetes desde la franja de Gaza. La decisión del ministro israelí
de Defensa provee a la Comandancia de la Retaguardia y al Ejército autoridad especial
en las zonas que durante esta semana han sido blanco de los ataques con cohetes. Unos
130 alcanzaron Israel, según datos de las Fuerzas Armadas.
Mientras tanto el
Ejército israelí continúa sus ataques aéreos en la franja de Gaza, y por parte de
Al Fatah y Hamás se respeta de momento el alto el fuego que entró a las 12.00 GMT
del sábado. Desde que empezó la nueva ola de violencia el pasado domingo más de 50
palestinos han muerto en choques entre facciones.
El Papa ha denunciado, durante
el Regina Coeli, los enfrentamientos entre facciones palestinas en la Franja de Gaza
y los lanzamientos de cohetes contra los habitantes de las localidades israelíes vecinas,
lo cuales a su vez han provocado un contraataque armado; un desalentador panorama
que para el Papa está provocando un sangriento deterioro de la situación.
“Una
vez más suplico, en nombre de Dios, que se ponga fin a esta trágica violencia, mientras
expreso a las sufridas poblaciones palestina e israelí mi solidaria cercanía y les
aseguro mis oraciones”.
Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales Además,
este domingo, en el que se celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales,
dedicada a los niños y los medios de comunicación, el Papa ha hecho un llamamiento
a los responsables de la industria del sector y a los profesionales de la comunicación
social para que salvaguarden el bien común, respeten la verdad y protejan la dignidad
de la persona y de la familia.
Benedicto XVI ha señalado a los medios de comunicación
su responsabilidad en la contribución educativa de los niños, promoviendo la dignidad
humana, el matrimonio y la familia, las conquistas y las metas de la civilización.
En este contexto el Pontífice ha calificado como inaceptable que se ofrezcan a menores
de edad programas que inculcan violencia y comportamientos anti-sociales, o los que
vulgarizan la sexualidad humana.
“Los retos educativos del mundo actual a menudo
están relacionados con la influencia de los medios de comunicación, que compiten con
la escuela, la Iglesia, e incluso la familia. En este contexto, es esencial una formación
adecuada al uso correcto de los medios: los padres, los profesores y la comunidad
eclesial están llamados a colaborar para educar a los menores de edad a ser selectivos
y madurar un comportamiento crítico, cultivando el gusto por lo estético y moralmente
válido”.
En este domingo, en el que en muchos países se celebra la Solemnidad
de la Ascensión, que la liturgia recordó el jueves pasado, el Pontífice ha agradecido
también a Dios por su viaje apostólico a Brasil para la inauguración de la V Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe.
Como siempre, después
del rezo mariano, el Santo Padre ha saludado a los fieles en distintas lenguas. Este
ha sido su saludo en español.
Saludo
con afecto a los peregrinos de lengua española. En particular a los fieles de la Parroquia
Virgen del Carmen, de Onda. En este domingo de la Ascensión del Señor a los cielos,
renovamos nuestra fe en Jesús que nos ha abierto el camino que conduce a la patria
celeste. Al mismo tiempo, como los primeros discípulos reunidos con María en el Cenáculo,
esperamos la llegada del Espíritu Santo que nos dará fuerza para ser testigos de Cristo
resucitado en el mundo ¡Que Dios os bendiga!