Cultura y Humanismo: 41ª Jornada de las comunicaciones sociales

Miércoles, 16 may (RV).- Este domingo se celebra la 41ª Jornada mundial de las comunicaciones sociales que este año se conmemora siguiendo el tema propuesto por el propio Benedicto XVI: “Los niños y los medios de comunicación social: desafío para la educación”.

A través de este tema el Santo Padre nos invita a reflexionar sobre dos aspectos de particular relevancia: por un lado, la formación de los niños, y por otro, la de los medios de comunicación. “En el mundo actual, ante la cada vez mayor influencia de los medios de comunicación, influencia que algunos consideran ‘en competición con la de la escuela, la Iglesia y quizá también, la familia’ –especifica el Papa en su mensaje para esta 41ª Jornada mundial de las comunicaciones sociales- es cada vez más esencial para el desarrollo cultural, moral y espiritual de los niños, que éstos vengan formados en un uso correcto de los medios”.

En este sentido, Benedicto XVI se detiene a analizar la necesidad de dar una formación al niño para que éste tenga un juicio crítico, y esta tarea recae, principalmente, en la familia, que cuenta con el apoyo de la escuela y de la parroquia para llevar a cabo esta difícil tarea.

Pero no sólo las familias, las escuelas y las parroquias se tienen que ocupar de esta tarea, también los propios medios de comunicación social tienen que empezar a analizar con juicio crítico el contenido de los mensajes, de la información y de los valores que lanzan. El Papa invita a los medios de comunicación a poner ante los más pequeños valores moralmente válidos que les permita desarrollar su propia opinión y la capacidad de discernimiento. “Bajo esta perspectiva y junto al fundamental ejemplo de los padres –exhorta Benedicto XVI a los medios- es importante dar a conocer a los jóvenes los grandes clásicos de la literatura infantil, la belleza del arte y de la música”.

En la reflexión de Benedicto XVI sobre los medios de comunicación social, se subraya la necesidad de una mayor formación en el ejercicio de la auténtica libertad, respondiendo a través de la elección de lo que es bueno, verdadero y justo, al ‘sí’ de Dios. Esta búsqueda de los verdaderos valores inspirados en Dios es la que los medios de comunicación social tienen que fomentar, “promoviendo la dignidad de la persona, el valor del matrimonio y de la vida familiar”, y evitando la tendencia cada vez mayor, de producir programas que exaltan la violencia, que reflejan comportamientos anti-sociales y subrayan la vulgaridad.

Por último, en su mensaje Benedicto XVI lanza un llamamiento a los responsables de la industria de los medios de comunicación, para que “formen y alienten a los productores para que salvaguarden el bien común, apoyen la verdad y protejan la dignidad humana individual y promuevan el respeto por la familia”. Porque “los niños y los medios de comunicación social son un desafío para la educación”.