Miércoles, 2 may (RV).- Cada año el Comité de Información de Naciones Unidas observa
el 3 de mayo, el Día Mundial de la Libertad de Prensa y dedica una reunión de medio
día para su conmemoración, rindiéndole tributo de esta manera a los numerosos periodistas
alrededor del mundo que por decisión profesional ponen en peligro sus vidas en el
esfuerzo de promover el libre flujo de la información, y por medio de este esfuerzo
afirman la libertad de prensa en nombre de todos los miembros de la sociedad.
Más
allá de las inquietantes cifras relativas a los periodistas muertos o encarcelados,
Reporteros sin Fronteras quiere da la señal de alarma, en su informe 2007 sobre la
libertad de prensa en el mundo, al final de un año 2006 marcado por la poca ambición,
y a veces incluso la renuncia, que mostraron los países democráticos a la hora de
defender en todas partes los valores que están destinados a encarnar.
Si recorremos
los diferentes continentes, se aprecia que no sólo en las zonas donde hay conflicto
existe la presión contra los periodistas, sino que también, en aquellos países que
se jactan de ser “libres” no lo son tanto.
Iniciamos por el continente africano.
Según el Informe 2007 de Reporteros sin fronteras, siguen siendo muchos los países
de esta parte del mundo en los que la libertad de prensa viene anulada, pero a pesar
de este dato, Reporteros sin Fronteras expresa su satisfacción en el informe al comprobar
que un gobierno africano ha mantenido sus promesas. Se trata de la Junta Militar de
Mauritania, en el poder desde 2005, que se comprometió a garantizar la libertad de
prensa, reformar su legislación, respetar el equilibrio de las fuerzas políticas en
período electoral, liberar a la prensa pública de una presión excesiva del ejecutivo
y tratar a la prensa independiente como colaboradora en el desarrollo. Y lo hizo,
en 2006.
No hay que pensar que el continente africano es solo un ensamblaje
de tiranías o democracias aproximativas. Especialmente en la zona de influencia de
Sudáfrica, Namibia y Bostwana garantizan una libertad de prensa satisfactoria, llena
de lagunas pero relativamente comparable a la que existe en las democracias occidentales.
Lo mismo ocurre en las islas o los archipiélagos africanos, que parecen remansos de
libertad a lo largo de un continente atormentado. También las Comoras están saliendo,
poco a poco, de los años de plomo. Y es también el caso de Mozambique donde, y se
trata de un hecho lo suficientemente raro en África como para subrayarlo, les ha caído
una grave condena a los asesinos del periodista Carlos Cardoso, al que mataron en
2000 cuando investigaba un escándalo económico de gran envergadura.
En América
ha quedado demostrado una vez más en 2006 que el grado de desarrollo económico, o
el nivel democrático de un país, no garantizan una libertad real de su prensa, ya
que fueron dieciséis los asesinados, y cuatro los desaparecidos. Les ofrecemos dos
ejemplos: México totaliza nueve muertos y tres desaparecidos, en un contexto de expansión
del narcotráfico y de inestabilidad política, agravada por la explosión de la crisis
social en el Estado de Oaxaca; y Colombia, donde mataron a tres periodistas y cerca
de otros diez, amenazados, se vieron obligados a marcharse de su región, e incluso
del país.
En Asia siguen siendo muy altas las cifras de periodistas muertos
o agredidos, y de medios de comunicación censurados. Sin embargo, los asiáticos tienen
acceso a una información más independiente y de mayor calidad. En Asia sigue habiendo
una decena de dictaduras militares o comunistas, que consideran a los medios de comunicación
como simples repetidores de propaganda. Pero, en 2006, algunos regímenes autoritarios,
y especialmente el de Nepal, se vieron barridos por revoluciones democráticas.
Y
nos quedamos en Europa, donde en el año 2006 se podría calificar como preocupante
para la libertad de prensa en este continente, y no solamente allí donde la naturaleza
del régimen da por descontadas las dificultades en ese terreno.
Y por último,
en Oriente Medio, también en este año, Reporteros sin Fronteras tuvo conocimiento
del secuestro de seis periodistas en los Territorios Palestinos. Utilizados como moneda
de cambio, quedaron todos en libertad sanos y salvos, sin que se haya llevado ante
la justicia a los secuestradores.
Con estos datos en la mano se comprueba que
a 2007 todavía queda mucho por hacer en materia de liberta de prensa, esperemos que
el próximo año, cuando les presentemos este balance, sean todo cifras satisfactorias.