2007-04-11 15:18:53

Audiencia general: reflexionando sobre el significado de la Pascua, el Papa afirma que los cristianos están proyectados hacia el futuro, su tarea es la ser testimonios de la muerte y resurrección de Cristo


Miércoles, 11 abr (RV).- Comunicar «a todo el mundo » el significado de la Pascua: ésta es la tarea que Benedicto XVI ha confiado a todos los creyentes en la catequesis de hoy durante la Audiencia General. Una catequesis que el Papa ha dedicado a la meditación sobre el significado de la Pascua, que estamos celebrando. «También nosotros -ha dicho el Papa a los más de 35 mil peregrinos, reunidos en la plaza de san Pedro- como María Magdalena, Tomás, o los otros apóstoles, estamos llamados a ser testigos de la muerte y de la resurrección de Cristo». No podemos conservar para nosotros mismos esta gran noticia, tenemos que mostrarla a los otros, a los demás».

« Hemos visto al Señor -ha señalado el Pontífice, después de comentar los pasos evangélicos sobre los encuentros de Jesús resucitado con los apóstoles- y ahora «hemos de difundir la gloria pascual allí donde vivimos y trabajamos». Los distintos encuentros de Jesús con los “apóstoles incrédulos”, reunidos en el cenáculo “constituyen también para nosotros una invitación para redescubrir el significado de la Pascua y recorrer el itinerario espiritual de quien ha encontrado a Jesús. “No digamos que no conocemos a Cristo. Si creemos, lo conocemos: es más lo tenemos”. “Si los discípulos lo tenían en su mesa. Nosotros lo tenemos en nuestra alma”.

Sin embargo, ha explicado el Santo Padre “cuando el evangelista dice que Jesús se mostró vivo no quiere decir que estaba de nuevo vivo como Lázaro. Pascua no significa retorno, sino pasaje. Jesús no vuelve a la situación precedente, ha traspasado una frontera hacia una nueva condición. Ahora Cristo ha pasado a una vida nueva”.

“Para encontrar a Jesús -ha afirmado Benedicto XVI- no es necesario volver hacia atrás, sino ponerse en una nueva relación con Él; hay que mirar hacia delante, no hacia el pasado”. “Jesús muestra las heridas de las manos y de su costado a Tomás no para olvidar la cruz, sino para que sea inolvidable”. La mirada está proyectada al futuro. Objetivo del apóstol y de nosotros es “ser testigos de la muerte y de la resurrección y comunicar este misterio del pasaje a una vida nueva a todo el mundo”.

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la audiencia: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas:
En este miércoles después de la Pascua, renuevo a todos mi felicitación pascual.
La liturgia de estos días recuerda los diversos encuentros de Jesús después de la resurrección y nos ayuda a profundizar en el significado de la Pascua. Así, sus apariciones nos enseñan que a Cristo se le reconoce cuando Él llama por nombre y entra por iniciativa propia en el corazón de cada uno; pero este reconocerlo no es volverlo a tener como antes, como si nada hubiera pasado y la Cruz no hubiera existido. Cristo no vuelve a la vida anterior, sino que entra en una vida realmente nueva, una vida gloriosa a la cual nos invita. La Pascua es un paso adelante, no un retorno.

 
Por eso no lo reconoceremos mirando hacia atrás, sino abriéndonos a la presencia nueva de Cristo en lo más íntimo nuestro ser, en el momento en que se hace pan compartido con nosotros, como ocurrió con los discípulos de Emaús. De este modo gustaremos la alegría de la Pascua y nos haremos gozosos portadores por todo el mundo de esa inefable noticia.

 
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en especial al grupo del Seminario de Pamplona, a la Agencia para la Reeducación y Reinserción, de Madrid, así como a los grupos de las diversas Parroquias y Colegios de España, y a los demás peregrinos de Argentina y otros países latinoamericanos. Invito a todos a dejar que Cristo resucitado entre en vuestros corazones y nazca así, en cada persona y en el mundo entero, la vida nueva que ha ganado para nosotros.

 
Gracias por vuestra visita y, una vez más, Felices Pascuas.

Como siempre el Santo Padre, antes de finalizar la audiencia, ha saludado a los enfermos, a los recién casados y a los jóvenes, especialmente numerosos adolescentes, procedentes de la archidiócesis de Milán. Queridos jóvenes, también a vosotros como a los primeros discípulos, Cristo resucitado os repite: “Como el Padre me ha enviado, también yo os envío a vosotros . . . Recibid el Espíritu Santo” (Gv 20,21-22). Respondedle con alegría y con amor, gratos por el inmenso don de la fe, y seréis en todas partes auténticos testigos de su alegría y de su paz. Para vosotros, queridos enfermos, la resurrección de Cristo sea fuente inagotable de consuelo y esperanza. A vosotros, recién casados, haced operante la presencia del Resucitado en vuestra familia con la oración cotidiana que alimente vuestro amor conyugal.

Al finalizar la audiencia el Pontífice se ha trasladado de nuevo a Castegaldolfo donde permanecerá hasta el sábado por la tarde, en que está previsto que regrese al palacio apostólico del Vaticano.







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