2007-04-04 15:17:15

El Papa dedica su audiencia general al Triduo Pascual que comienza mañana y culmina con la resurrección, y exhorta a los cristianos a no dejar solo al Señor, luz del mundo que camina en tinieblas


Miércoles, 4 abr (RV).- En el Triduo Pascual, que comienza mañana, Jueves Santo, «conmemoramos la lucha entra la Luz y las tinieblas, entre la Vida y la muerte», ha reiterado Benedicto XVI en su audiencia general de este miércoles. Reflexionando sobre el profundo significado de cada uno de los días santos, el Papa ha alentado a tomar conciencia de nuestras faltas y debilidades para revivir con provecho el «misterio que es el corazón de nuestra fe».

En su alocución central en italiano, el Santo Padre ha hecho hincapié en la importancia de «redescubrir en el silencio del alma la centralidad del sacrificio de Jesús en un mundo en el que existe una gran inflación de palabras». En particular, Benedicto XVI ha exhortado a los cristianos a no dejar solo al Señor, durante su agonía, como hicieron sus discípulos que se habían quedado dormidos: «Vemos cómo los discípulos se quedaron dormidos dejando solo al Señor. También hoy, a menudo, nosotros sus discípulos nos quedamos dormidos. En esta noche sagrada queremos vigilar, no queremos dejar solo al Señor en esta hora».

«Pasando por la Cruz – manantial de paz – Cristo vence el mal con el amor». «El Triduo Pascual no es sólo un recuerdo del pasado, ha enfatizado Benedicto XVI: «¡Es una realidad actual! También hoy Cristo vence con su amor el pecado y la muerte. El mal en todas sus formas – no tiene la última palabra. El triunfo final es de Cristo, de la Verdad y del Amor».

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la Plaza de San Pedro: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas:
Mañana, día de Jueves Santo, empezamos el triduo pascual. La Iglesia, recordando la Última Cena, contempla y celebra la institución del Sacerdocio ministerial y de la Eucaristía, así como el mandamiento nuevo del Amor. Con la Eucaristía, Cristo anticipa el sacrificio de su vida, don definitivo de sí mismo a toda la humanidad. Con el lavatorio de los pies, el Maestro dejó a sus discípulos, como distintivo, el amor que llega hasta la muerte.
El Viernes Santo es un día de penitencia, ayuno y oración en que se conmemora la pasión y crucifixión del Redentor, se adora la Cruz y se recibe la Comunión. Para vivir más de cerca este misterio de la Salvación, en muchos lugares se celebra el piadoso ejercicio del Vía Crucis, al que estamos invitados a participar. El Sábado Santo, día de recogimiento y oración, acompañemos a la Virgen María en su firme esperanza en la resurrección de su Hijo.
En la Vigilia pascual escucharemos con alegría el grito de victoria: ¡Cristo ha resucitado y ha vencido para siempre la muerte! El cirio pascual nos recordará que el Señor es la luz del mundo que camina en tinieblas. Experimentaremos así que la Iglesia está siempre viva, es hermosa y santa, porque está fundada en Cristo resucitado.

 
Saludo cordialmente a los visitantes de lengua española. En especial, al grupo de estudiantes universitarios del CEU, de Madrid, y de otros colegios de España. Sobre todo, saludo al numeroso grupo que participa en la UNIV 2007. Queridos jóvenes: Os invito a celebrar estos días santos, conscientes de que Cristo ha dado su vida por cada uno de nosotros. Después del gesto humilde del lavatorio de los pies, él nos dice: «también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis», es decir, amar a los demás cómo él nos ha amado ¡Feliz Pascua de resurrección para todos!

Saludando a los peregrinos polacos el Santo Padre, les ha manifestado que en estos día hemos recordado el segundo aniversario de la muerte del bien amado Juan Pablo II. “Doy las gracias a todos – ha dicho textualmente Benedicto XVI – por la constante oración ante Su tumba. Me alegro con vosotros por el progreso de Su proceso de beatificación. Que las enseñanzas del Siervo de Dios cambien la vida de cada polaco y la vida de cada familia polaca. Deseo a todos una intensa experiencia espiritual durante esta Semana Santa y una gozosas fiestas pascuales”.

También el Papa, saludando a los peregrinos de lengua italiana, se ha dirigido de forma particular a los participantes en el encuentro internacional del UNIV, promovido por la Prelatura del Opus Dei. Queridos amigos, os deseo que estas jornadas romanas sean para todos ocasión de una fuerte experiencia eclesial para que podáis volver a casa animados por el deseo de servir con mayor generosidad a Cristo y a lso hermanos. “Servicio: ¡como me gusta esta palabra! – decía san José María Escrivá – y añadía “encomendemos al Señor nuestras decisiones de querer aprender a servir, porque sólo así podremos, no solamente conocer a Cristo, sino hacerlo conocer y amar a los demás”.

Finalmente Benedicto XVI, como siempre, ha saludado cordialmente a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Mañana entraremos en el Sacro Triduo que nos hace revivir los misterios centrales de nuestra salvación. Os invito a vosotros, queridos jóvenes, a mirar la Cruz y a extraer de ella luz para caminar fielmente sobre las huellas del Redentor. Para vosotros, queridos enfermos, la Pasión del Señor, que culmina en el triunfo glorioso de la Pascua constituya siempre, especialmente en los momentos de al prueba, un manantial de esperanza y de consuelo. Y a vosotros, queridos recién casados, disponed vuestros corazones para celebrar con intensa participación el Misterio pascual, para que vuestra existencia se convierta cada día en un don recíproco, abierto al amor fecundo del bien.







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