Escuchar el programa Viernes, 23 mar
(RV).- Nuestras reflexiones en el día de hoy giran entorno al trabajo en grupo, a
esa capacidad y necesidad que tenemos los seres humanos de agruparnos y construir
conjuntamente labores que nos llevan al cumplimiento de diversos objetivos.
Para
algunas personas es difícil el trabajo en grupos, en la medida en que se les dificulta
la interacción con otras personas, o no saben delegar responsabilidades, no tienen
el hábito de estar en permanente intercambio de información y construcción conjunta,
les falta disciplina, en fin son muchos los factores que influyen en el trabajo en
grupos.
El trabajo en grupo es una disciplina que se aprende. Nada mejor que
pensar en una familia para comprender lo que es el trabajo en grupo, se podría decir
que la familia es esencialmente nuestra primera experiencia de trabajo en grupo, en
equipo. Por lo general en la familia, las mamás se encargan de alimentar a los niños,
bañarlos, vestirlos y proveerlos de amor. Mientras tanto, los papás trabajan. En ocasiones,
a los papás les tocará también cambiar pañales, alimentar y cuidar a los niños mientras
mamá descansa.
La familia trabaja como un equipo, en el que cada uno de sus
miembros se apoya y organiza su parte del trabajo, dando cumplimiento a los objetivos
propuestos. ¿Qué pasa cuando no hay trabajo en equipo? Pues unos sentirán que hacen
más trabajo que otros, lo cual a la larga ocasionará discusiones y resentimientos,
además de mucho cansancio y estrés, ya que el fundamento esencial del trabajo en grupo
es justamente la cooperación y la responsabilidad.
Justamente es en el seno
de la familia donde iniciamos el proceso de aprender a ser un equipo, a trabajar en
grupo. Cuando vamos creciendo, vamos adquiriendo diversos niveles de responsabilidad,
de acuerdo con los grados de crecimiento y así se va transformando nuestro sentido
de trabajo en grupo.
Parece paradójico que en estas sociedades modernas, la
tecnología por ejemplo nos conduce a realizar trabajos individuales, aislados con
la tecnología, cada uno con su computador, etc. Sin embargo, aún con esta tendencia
es imprescindible el trabajo en grupo, la interrelación de unos y otros, la conexión
entre todos.
En todo momento necesitamos de grupos, de equipos de apoyo que
complementen nuestro trabajo, que lo enriquezcan, que lo mejoren, que lo potencialicen
hacia otras direcciones. Y en ese proceso obviamente no es sólo la familia el grupo
que nos acompaña, en la escuela y el colegio, en el trabajo y en todos los ámbitos
sociales de nuestra vida convivimos y compartimos con grupos de trabajo y equipos
de apoyo constante.
Ahora, es importante comprender que en todo equipo se
necesita de un líder y de personas dispuestas a trabajar por un fin común. Para lograr
tener esto hace falta de buenos niveles de comunicación y sobre todo de la capacidad
y la responsabilidad de cada una de las personas que componen el grupo, en la justa
medida, es decir sin recargar el trabajo a ninguno, sin romper la cadena de apoyo
y responsabilidad que todos los grupos tienen.
Hay que darle a cada uno las
funciones dentro del equipo para lograr no sólo el cumplimiento de los trabajos, sino
sobre todo un equilibrio de funcionalidad y armonía en el grupo. Así sentiremos que
somos importantes dentro del grupo, pero sobre todo que se nos respeta y considera.
Textos: Alma García Locución: Alina Tufani Dìaz.