Ángelus: Benedicto XVI solicita el desarrollo de curas paliativas y exhorta, en esta
XV Jornada Mundial del Enfermo, a acompañar espiritualmente a los enfermos incurables
Domingo, 11 feb (RV).- Tal día como hoy en 1858, la Virgen María se le apareció a
santa Bernardet en la gruta de Massabielle, en Lourdes. Aquel fantástico acontecimiento
transformó esa pequeña localidad francesa en un centro de peregrinaje, de oración
y penitencia. Benedicto XVI ha iniciado de este modo su alocución previa al Ángelus
de este domingo en el que recordamos tanto la memoria litúrgica de Nuestra Señora
de Lourdes, como la Jornada Mundial del Enfermo, festividad instituida por Juan Pablo
II, precisamente para recordar la unión existente entre Lourdes y el sufrimiento humano.
El
Santo Padre ha recordado a la multitud de fieles presentes en la plaza de san Pedro,
que ya han pasado quince años desde que dieran inicio estas jornadas dedicadas a los
enfermos, y en esta ocasión, la ciudad elegida para llevar a cabo las celebraciones
ha sido Seúl (Corea del Sur), donde precisamente se encuentra, para representar al
Pontífice, el presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, el cardenal
Javier Lozano Barragán. En este sentido el Papa ha querido mandar un caluroso saludo
a todos los participantes en esta Jornada Mundial del Enfermo 2007, y en especial
ha alabado el trabajo del personal sanitario de todo el mundo.
Asimismo Benedicto
XVI se ha dirigido a los enfermos, a quienes les ha manifestado su afecto y cercanía
espiritual, y de forma especial ha dirigido su pensamiento hacia los enfermos que
sufren enfermedades graves y dolorosas. Precisamente a ellos, a los enfermos incurables,
está dedicada esta XV Jornada Mundial del Enfermo: “Es necesario apoyar el desarrollo
de curas paliativas que ofrezcan una asistencia integral y que provean a los enfermos
incurables del apoyo humano y de la compañía espiritual que tanto necesitan”.
Precisamente,
ese apoyo lo encuentran muchos enfermos en Lourdes, ya que su santuario se ha convertido
en meta de multitud de personas con problemas de salud, que “poniéndose en escucha
de María Santísima, reciben las fuerzas para aceptar sus sufrimientos, que ofrecen
para la salvación del mundo, y unen a los de Cristo crucificado”. Benedicto XVI ha
finalizado su alocución previa al rezo mariano del Ángelus invitando a los enfermos
y a los peregrinos llegados a Roma para celebrar la XV Jornada Mundial del Enfermo,
a participar esta tarde, en la Basílica de san Pedro, en la Celebración eucarística
presidida por el cardenal Camillo Ruini. Al término de cuya Santa Misa el Obispo de
Roma revivirá con los presentes el clima espiritual de la Gruta de Massabielle.
Y
como es tradicional, el Papa, al finalizar el rezo del Ángelus ha saludado en varias
lenguas, estas han sido sus palabras en español: “Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española. De modo especial, saludo a los grupos parroquiales
de Alcorcón, El Puerto de Santa María, Olveral, Setenil y Chiclana de la Frontera,
venidos de España. En este domingo en que se celebra la Jornada Mundial del Enfermo,
encomendemos a la protección materna de la Virgen María a cuantos sufren alguna enfermedad
y a sus familiares, para que sientan también en todo momento el consuelo de la ternura
y misericordia del Señor. ¡Feliz domingo!”.