Ángelus: El Papa lanza un llamamiento a favor de la vida e invita a no caer en el
engaño de legitimar su interrupción ni con el aborto ni con la eutanasia, encubriéndolos
con un velo de humana piedad
Domingo, 4 feb (RV).- Benedicto XVI ha dado inicio a su alocución previa del Ángelus
de hoy, saludando a todos los fieles presentes en la plaza de san Pedro, en especial
a cuantos participan en la Jornada por la Vida que hoy se celebra en Italia, siguiendo
una iniciativa de la Conferencia Episcopal del país. “Amar y desear la vida” es el
tema de esta celebración, de ahí que el Santo Padre haya instado, una vez más, a defender
la vida desde su concepción hasta su final natural.
En este sentido el Papa
ha exclamado: “Invito a no caer en el engaño de pensar que se puede disponer de la
vida hasta el punto de legitimar su interrupción con la eutanasia, encubriéndola con
un velo de humana piedad”.
Benedicto XVI se ha unido de este modo a los obispos
italianos para renovar el llamamiento, tantas veces lanzado por todos los Papas, a
todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para que acojan el grande y misterioso
don de la vida. “La vida –ha señalado el Papa- que es obra de Dios, no le tiene que
ser negada a nadie, ni siquiera al más pequeño e indefenso feto, y mucho menos, cuando
éste presenta graves discapacidades”.
En la segunda parte de su alocución previa
al Ángelus, el Pontífice ha recordado la celebración, que da inicio hoy en la Diócesis
de Roma, de la “Semana de la vida y de la familia”, una ocasión importante, ha dicho
el Santo Padre, para rezar y reflexionar sobre la familia que es “cuna” de la vida
y de toda vocación.
En este sentido el Obispo de Roma ha reconocido las dificultades
y la crisis por la que atraviesa esta institución basada en el matrimonio, por este
motivo ha instado a defender a la familia, ayudarla, tutelarla y valorarla en su unicidad
irrepetible: “Si este compromiso compete en primer lugar a los esposos, es también
un deber prioritario de la Iglesia y de cada institución pública, el apoyar a la familia
a través de iniciativas pastorales y políticas, que tengan en cuenta las necesidades
reales de los cónyuges, de los ancianos y de las nuevas generaciones”.
Benedicto
XVI ha finalizado su mensaje previo al rezo mariano del Ángelus lanzando un llamamiento
a la oración para pedir un “sí” por la vida: “Queridos hermanos y hermanas, oremos
para que a través de un esfuerzo constante en favor de la vida y de la institución
familiar, nuestras comunidades sean lugares de comunión y de esperanza donde se renueve,
a pesar de tantas dificultades, el gran ‘sí’ al amor auténtico y a la realidad del
hombre y de la familia según el proyecto originario de Cristo. Pidamos al Señor, por
intercesión de María Santísima, que crezca el respeto por la sacralidad de la vida,
se tome una conciencia mayor de las verdaderas exigencias familiares, y aumente el
número de cuantos contribuyen a realizar en el mundo, la civilización del amor”.
Y,
después del rezo a la Madre de Dios y del responso por los difuntos, Benedicto XVI
ha saludado en francés, inglés, alemán, polaco y español a los numerosos peregrinos
que han acudido a la Plaza de San Pedro para rezar con él, así como a los que han
participado en esta cita mariana por medio de la radio y la televisión. Escuchemos
sus palabras en nuestra lengua: “Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española aquí presentes, así como a los que participan
en esta oración mariana a través de la radio y la televisión. Pidamos a la Virgen
María que nos ayude a responder con generosidad a la llamada de Cristo, para que lleguemos
a ser verdaderos apóstoles y testigos del evangelio de la salvación para todos los
hombres. ¡Feliz domingo!”.
En sus palabras en inglés, el Papa ha dirigido una
especial bienvenida y ha alentado a los funcionarios del gobierno de Sri Lanka comprometidos
en la reconstrucción de las zonas asoladas por el tsunami. Señalando que el Evangelio
de hoy nos muestra «los grandes frutos espirituales que acompañan nuestra decisión
sincera de responder a la llamada del Señor», Benedicto XVI ha deseado «el fortalecimiento
en la fe y en la esperanza confiada en las promesas de Dios».
También en los
demás saludos en varios idiomas, el Santo Padre ha hecho hincapié en que «el Evangelio
de este domingo evoca la pesca milagrosa». Aquella en la que «Jesús se sirve de la
actividad profesional de Simón, Santiago y Juan para hacerles descubrir la vocación
nueva a la cual los llama: la de ser pescadores de hombres».
En su saludo
en francés, Benedicto XVI ha expresado el anhelo de que «cada uno, en medio de sus
compromisos cotidianos en el mundo, pueda percibir los llamados que Cristo le dirige
hoy, para responder plenamente a su vocación». En polaco, el Pontífice ha destacado
la fiesta del pasado 2 de febrero, de la Presentación del Señor, elegida por su Predecesor,
el Siervo de Dios Juan Pablo II, como «Jornada Mundial de la Vida Consagrada».
«Agradeciendo a Dios por la obra que se cumple en la Iglesia gracias a las religiosas
y a los religiosos», Benedicto XVI ha invitado a pedir también «nuevas vocaciones
y la santidad de aquellos que entregándose plenamente siguen el camino de los consejos
evangélicos».