Sábado, 13 ene (RV).- Mañana, 14 de diciembre, II domingo del Tiempo Ordinario, Su
Santidad Benedicto XVI, fiel a su cita con los fieles y peregrinos, a mediodía, dirigirá
desde el balcón de su estudio en la plaza de san Pedro, el rezo mariano del Ángelus.
La tradicional plegaria mariana coincide mañana con la celebración de la 93º Jornada
Mundial del Migrante y del Refugiado.
El mensaje que el Santo Padre dedica
a esta solemnidad invita a reflexionar sobre las condiciones de la familia migrante,
“teniendo presenta a la Sagrada Familia de Nazaret, obligada al exilio en Egipto para
huir a la persecución de Herodes." Jesús, María y José emigrados a Egipto, “son el
modelo, el ejemplo y el apoyo a todos los emigrados y peregrinos de cualquier edad,
condición y país, de todos los prófugos que, acosados por la persecución o la necesidad,
se ven obligados a abandonar la patria, la familia, los amigos y los vecinos para
viajar a tierra extranjera".
“La Familia de Nazaret -añade el Papa- refleja
la imagen de Dios custodiada en el corazón de toda familia humana”. En el Mensaje
papal vienen referidas asimismo las dificultades de la familia migrante a causa de
la lejanía entre sus miembros y la difícil reunificación familiar. Benedicto XVI desea
que la Jornada de mañana pueda convertirse en una ocasión para la sensibilización
de los problemas de las familias migrantes, y anima a las comunidades eclesiales a
ayudar a los más necesitados.
Sobre el contenido del mismo y la importancia
de la jornada nos habla el secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los
migrantes e itinerantes, el arzobispo Agostino Marchetto.
Concretamente,
¿cuáles son las sugerencias que contiene el mensaje?
Se trata, por
tanto, de iniciativas específicas. ¿Cuál es la razón que las sostiene?
El Santo Padre
ha querido recordar las difíciles condiciones de las familias de los refugiados.