2007-01-11 16:15:20

El Papa exhorta a la administración del Lazio y Roma a tomar medidas para que los jóvenes puedan formar una familia, favoreciendo el empleo juvenil y conteniendo el precio de la vivienda


Jueves, 11 ene (RV).- El Pontífice ha exhortado esta mañana a la administración de la región del Lazio, de la provincia y del ayuntamiento de Roma, a incrementar las iniciativas que pueden hacer menos difícil y gravosa la formación de una familia para las parejas jóvenes, favoreciendo el empleo juvenil y conteniendo el precio de la vivienda.

Benedicto XVI ha recibido esta mañana a los administradores de la región del Lazio, de la provincia y del ayuntamiento de Roma a quienes ha querido subrayar, ante todo, el afecto, cercanía y solicitud pastoral del Sucesor de Pedro por los ciudadanos y habitantes de esta región italiana y su capital. De hecho Roma, con su historia milenaria y su significado universal, y junto a ella el Lazio, como ha recordado el Papa, es una tierra en la que el cristianismo ha hundido sus raíces con especial evidencia, y ha producido obras de belleza y frutos de bien.

“Este patrimonio de bondad y de belleza está ahora, en cierto sentido, en vuestras manos como administradores públicos, en el respeto de la sana laicidad de vuestras funciones. Y este es un terreno natural de colaboración entre la Iglesia y la sociedad civil que vosotros representáis. El bien humano integral de las poblaciones de Roma y del Lazio se tutela y se incrementa con esta colaboración”.

En este contexto el Papa ha llamado la atención sobre algunos temas de interés común y de gran importancia y actualidad, citando su reciente visita al comedor de Caritas diocesana de Roma, porque “cada hombre que sufre pertenece a la Iglesia y al mismo tiempo pertenece a todos los hermanos en humanidad”. Por esta razón, el Papa ha expresado su satisfacción por la larga colaboración entre administración y organismos eclesiales para aliviar y socorrer las distintas formas de pobreza económica, pero también humana y relacional, que afligen a un notable número de personas y familias, especialmente entre los inmigrantes.

El Pontífice ha abordado también el tema de la tutela de la salud “que exige un ingente esfuerzo coordinado para asegurar, a cuantos sufren por enfermedades físicas o psíquicas, cuidados inmediatos y adecuados”. También en este terreno Benedicto XVI ha recordado la contribución de la Iglesia y las organizaciones católicas a la luz de los grandes principios de la sacralidad de la vida humana, desde su concepción hacia su término natural, y la centralidad de la persona del enfermo.

Otro de los temas analizados por el Papa ha sido la familia fundada en el matrimonio y la necesidad de una política de la familia y para la familia.

Se trata de incrementar las iniciativas que pueden hacer menos difícil y gravosa la formación de una familia para las parejas jóvenes, y la generación y educación de los hijos, favoreciendo el empleo juvenil, conteniendo lo más posible el precio de la vivienda, aumentando el número de las escuelas maternas y asilos nidos.

En el extremo opuesto el Papa ha advertido contra la aparición de proyectos peligrosos y contraproducentes que pretenden atribuir a otras formas de unión reconocimientos jurídicos impropios que terminan inevitablemente por debilitar y desestabilizar la familia legítima fundada sobre el matrimonio.







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