Ángelus: llamamiento del Papa a “abatir las barreras y eliminar los contrastes que
dividen a las personas y a los pueblos, para construir juntos un mundo de justicia
y de paz”
Domingo, 24 dic (RV).- “Abatir las barreras y eliminar los contrastes que dividen
a las personas y a los pueblos, para construir juntos un mundo de justicia y de paz”.
Es el llamamiento, unido al significado de la Navidad, pronunciado por Benedicto XVI
en el Ángelus esta mañana en San Pedro.
“La Navidad de Cristo nos ayuda a tomar
conciencia de cuánto valga la vida humana, la vida de todo ser humano, desde su primer
instante a su natural ocaso”. Lo ha recordado también el Papa en la vigilia de Navidad,
señalando que solo “el amor de Dios consigue transformar en alegría el dolor”.
Esta
mañana puntualmente a mediodía, Benedicto XVI se ha asomado a la ventana del palacio
Apostólico del Vaticano para rezar el Ángelus con los fieles y peregrinos presentes
en la plaza de san Pedro. El Santo Padre en su alocución previa a la oración mariana
ha hablado de la inminencia de la celebración de la Santa Navidad y ha exhortado a
los files ha preparase “a vivir intensamente el misterio que esta Noche la liturgia
nos invitará a contemplar con los ojos de la fe”.
En el divino Recién Nacido,
que depositaremos en el belén, se manifiesta nuestra salvación, ha dicho el Papa.
En el Dios que se hace hombre para nosotros, nos sentimos todos amados y acogidos,
descubrimos de ser preciosos y únicos a los ojos del Creador.
“La Navidad de
Cristo nos ayuda a tomar conciencia de cuánto valga la vida humana, la vida de todo
ser humano, desde su primer instante a su natural ocaso. A los que abren el corazón
a este “niño envuelto en pañales” y que yace “en un pesebre”, él le ofrece la posibilidad
de mirar con ojos nuevos la realidad de cada día. Podrá saborear la potencia de la
fascinación interior del amor de Dios, que consigue transformar en alegría el dolor.
Preparémonos, queridos amigos, a encontrar a Jesús, el Emmanuel, Dios con nosotros”.
Benedicto XVI ha afirmado que Cristo, naciendo en la pobreza de Belén, quiere
hacerse compañero de viaje de cada uno de nosotros. En este mundo, desde cuando Él
ha instalado “su tienda”, nadie es extranjero. Es verdad, que todos estamos de paso,
pero es precisamente Jesús el que hace que nos sintamos en casa en esta tierra santificada
por su presencia.
Sin embargo, Él nos pide que mantengamos la casa acogedora
para todos. “El don sorprendente de la Navidad es éste: Jesús ha venido para cada
uno de nosotros y en él nos ha hecho hermanos”.
Nuestro compromiso ahora -ha
señalado el Papa- es el de superar los preconceptos y prejuicios, abatir las barreras
y eliminar los contrastes que dividen, o peor aún, que contraponen a las personas
y a los pueblos, para construir juntos un mundo de justicia y de paz.
Con estos
sentimientos, queridos hermanos y hermanas, vivimos las últimas horas que nos separan
de la Navidad, preparándonos espiritualmente a acoger el Niño Jesús. En el corazón
de la noche Él llegará para nosotros. Pero su deseo es también “venir en nosotros”,
a habitar en nuestros corazones. Para que esto ocurra es indispensable que estemos
dispuestos y preparados a recibirlo, preparados ha darle cabida en nosotros, en nuestras
familias y en nuestras ciudades.
El Santo Padre ha terminado su alocución antes
del Ángelus recordando que “el verdadero protagonista de la fiesta de Navidad es Jesús”:
“que su nacimiento no nos coja empeñados en festejar otras cosas”, ha dicho el Papa.
Maria nos ayudará a mantener el recogimiento interior indispensable para gustar la
alegría profunda que aporta el nacimiento del redentor. Y a Ella el Pontífice ha dirigido
su oración pensando en especial en todas las personas que transcurrirán la Navidad
en la tristeza y en la soledad, en la enfermedad y en el sufrimiento.
Como
siempre después del rezo del Ángelus, el Santo Padre ha saludado en distintas lenguas
a los fieles y peregrinos presentes en la plaza de san Pedro. Estas han sido sus palabras
en español.
Saludo
cordialmente a los fieles de lengua española aquí presentes y a cuantos participan
en el rezo del Ángelus a través de la radio y la televisión.¡Alegrémonos por esta
fiesta de Navidad que estamos a punto de celebrar! ¡Mañana contemplaréis la gloria
del Señor! ¡Feliz domingo!
El Papa ha dirigido un saludo especial al personal
que trabaja en el diario vaticano L’Osservatore Romano, que estaba presente en la
plaza de San Pedro y ha expresado su satisfacción por la iniciativa de destinar parte
de las ganancias de la venta extraordinaria del periódico durante estas fiestas navideñas
en favor de los niños ingresados en las distintas secciones pediátricas del Hospital
Policlínico “Gemelli” de Roma.