El Papa manifiesta a los jóvenes de Acción Católica la necesidad que la Iglesia tiene
de ellos para estar cerca de los niños y jóvenes que viven en Italia
Jueves, 21 dic (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana a los jóvenes de Acción
Católica a quienes ha manifestado la necesidad que la Iglesia tiene de ellos para
estar cerca de todos los niños y jóvenes que viven en Italia.
En este ambiente
festivo el Papa ha resaltado el encanto que nos proporciona la Navidad que de alguna
manera se refleja en la maravilla de cada nacimiento y nos invita a reconocer al Niño
Jesús en todos los niños, que son la alegría de la Iglesia y la esperanza del mundo.
“En
el rostro del pequeño Jesús contemplamos el rostro de Dios que no se revela en la
fuerza o en la potencia, sino en la debilidad y en la frágil constitución de un niño.
Este niño divino envuelto en pañales y en el pesebre con la materna atención de la
Madre, María, revela toda la bondad y la infinita belleza de Dios. Muestra la fidelidad
y la ternura del amor sin límites con el que Dios rodea a cada uno de nosotros. Por
esta razón celebramos la Navidad, reviviendo la misma experiencia de los pastores
de Belén. Junto a tantos papás y mamás que fatigan cada día afrontando continuos sacrificios,
junto a los pequeños, a los enfermos, a los pobres, festejamos porque con el nacimiento
de Jesús el Padre celeste ha dado respuesta al deseo de verdad, de perdón y de paz
de nuestro corazón”.
Refiriéndose al camino formativo que este año recorren
los chicos de Acción católica, centrado en la belleza en la búsqueda de la verdad,
el Santo Padre ha subrayado que “la Navidad es el gran misterio de la Verdad y de
la Belleza de Dios que viene entre nosotros para la salvación de todos. El nacimiento
de Jesús no es una fabula: es una historia sucedida realmente hace dos mil años en
Belén”.