Balance de la situación de los derechos humanos en el mundo
Jueves, 21 dic (RV).- A pesar de los conflictos bélicos que se han propagado a lo
largo del planeta en este 2006, este año ha dejado también algunos signos para la
esperanza.
La persistencia de varios conflictos regionales y el agravamiento
de la situación en Irak o en los territorios palestinos, sumados a la guerra en Líbano
entre Israel y Hizbulá, han supuesto un fuerte golpe a la situación de los derechos
humanos en el mundo, y especialmente al más importante de todos ellos: el de la vida.
La llamada "guerra contra el terror" ha dejado como balance detenciones arbitrarias,
desapariciones forzadas, torturas, juicios injustos o represión de la disidencia política.
En el lado positivo de la balanza, el número de conflictos activos en el planeta
se ha reducido, especialmente tras la firma de varios acuerdos de paz en África y
Asia. A nivel de la sociedad civil se han intensificado la solidaridad y el activismo
por los derechos humanos, con las luchas de los grupos indígenas en Latinoamérica,
las manifestaciones de inmigrantes en EEUU o la toma de conciencia de las mujeres
en Asia, que han comenzado a reclamar sus derechos. Un informe del Consejo de Europa
se pronunció en junio contra la práctica de detenciones secretas y desapariciones
forzadas y criticó a las autoridades de hasta seis países europeos por haber "participado
activamente en estas actividades ilícitas". Junto a ello, la globalización del sector
de armamento ha creado lagunas legales sobre la exportación de armas, lo que permite
a las empresas eludir la normativa vendiendo piezas y componentes por separado y subcontratar
la fabricación de armas en el extranjero. Como ejemplo, el helicóptero "Apache" utilizado
por Israel durante la guerra del Líbano se compone de más de 6.000 piezas fabricadas
en países de todo el mundo -incluidos el Reino Unido, Holanda e Irlanda,- pese a que
el Código de Conducta de la Unión Europea (UE) impide exportar directamente helicópteros
de ataque a Israel.
Según los datos del informe "Armas bajo Control" 2006,
elaborado por organizaciones internacionales, al concluir este año el gasto militar
habrá alcanzado el récord sin precedentes de 1,05 billones de dólares, lo que supone
cerca de quince veces el gasto internacional en ayuda humanitaria. Ese mismo informe
estima que el 88 por ciento de las exportaciones de armas convencionales provienen
de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Estados
Unidos, Francia, el Reino Unido y Rusia).
Entre los datos para la esperanza
destaca el notable avance en la eliminación de la pena de muerte, que este año había
sido ya abolida en 126 países frente a tan sólo 16 que la habían suprimido en 1977.
También la creación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y su primera sesión
a finales de junio constituyó un paso importante para conseguir un órgano más fuerte
y eficaz. El Consejo acordó una serie de procedimientos especiales para seguir los
casos de violaciones de los derechos humanos y vigilar la actuación de todos los estados
miembros en este terreno.
Con todos estos datos en la mano, el balance conclusivo
saca a la luz la necesidad de seguir trabajando, como el propio Benedicto XVI ha reiterado
en más de una ocasión, por la paz, por la solidaridad y por un mundo que acerque cada
vez más el norte al sur y que elimine los prejuicios que provocan las guerras en el
mundo. Nuestro deseo es que para 2007, en el momento de hacer otro balance de los
derechos humanos, nos podamos alegrar de dar la noticia de que se ha llegado a una
defensa de estos derechos en todo el mundo.