El Pontífice reafirma la cercanía de la Iglesia a los enfermos incurables y terminales
y pide “políticas sociales justas que ayuden a eliminar las causas de muchas enfermedades”
Miércoles, 13 dic (RV).- La Iglesia está junto a los enfermos incurables y terminales
y pide “políticas sociales justas que ayuden a eliminar las causas de muchas enfermedades”…solicitando
una mayor atención hacia los moribundos y los enfermos para los cuales no hay remedios
que los puedan curar. Lo afirma Benedicto XVI en su mensaje con motivo de la XV Jornada
Mundial del Enfermo que se celebrará el 11 de febrero del próximo año en Seúl, Corea.
En su mensaje, el Papa afirma que es necesario promover políticas que creen condiciones
para que las personas puedan afrontar dignamente las enfermedades incurables y la
muerte.
A pesar de los progresos de la ciencia médica - escribe Benedicto XVI
- no todas las enfermedades tienen un remedio a disposición y por ello en los hospitales
de todo el mundo encontramos los sufrimientos” de muchos enfermos incurables y terminales.
A estos se añaden muchos millones de personas que no tienen acceso a cuidados médicos
esenciales y por lo tanto el número de cuantos se consideran incurables aumenta de
gran manera. El Papa subraya de nuevo la necesidad de mayores centros para los cuidados
paliativos que den una asistencia integral ofreciendo a los enfermos la asistencia
humana y el acompañamiento espiritual que necesitan. Éste es un derecho que pertenece
a todo ser humano y en cuya defensa todos nos debemos comprometer.